CHOLULA.- Nosotros admiramos a
Guillermo Prieto, porque fue un personaje muy importante y un ejemplo a seguir
por su patriotismo y nacionalismo en México.
Las gestas heroicas
de los hombres de la Independencia y de la Reforma, están palpitantes en el
Romancero Nacional. Altamirano ha dicho que ese libro es la epopeya nacional
con todos sus caracteres, con su sabor dramático, su aspecto personal y
pintoresco y su verdadera historia, que no tiene necesidad de revestir el
brillante atavío de la leyenda para ser admirable.
Prieto fue
un poeta popular inigualable hasta ahora y menos superado. En el color bizarro
en el gracejo, en lo pintoresco no ha tenido par. Es único con su humorismo
vernáculo simple, sano y fácil, en sus versos populares, animación y poético
entusiasmo. Méndez y Pelayo lo calificó de tanta significación y tanta
influencia en las letras patrias, que sin sus obras es imposible darse cuenta
del nuevo rumbo que ha tomado la musa mexicana en los tiempos posteriores a la
intervención y al imperio.
El chiste
bullicioso que saca risa franca, sus memorias de mis tiempos son de una
singular amenidad por los acontecimientos que refiere (nosotros recomendamos
leer ese libro y todos los que Don Guillermo Prieto escribió), por la larga
serie de personajes y personas y personillas que pinta. Por las bellas fiestas
populares que describe, por las luchas intestinas en que anduvo metido por las
guerras extranjeras que presenció.
Habla de
costumbres y de lugares de un México pretérito de cosas deliciosas con un
encanto singular que se fueron para siempre de las calles de nuestra ciudad y
de la vida de nuestros contemporáneos, no solo otra manera distinta de pensar
es la que discurre por éstas páginas, sino lindas cosas del México viejo que la
piqueta municipal ha derribado con furor destructivo.
Y así como
las costumbres cambiaron la noble señorial fisonomía de la ciudad, también se
ha modificado de manera lamentable. Distinto es el México actual del que vieron
cambiar los ojos de Don Guillermo Prieto.
Poco va
quedando del México material y lamentablemente menos, menos aún del moral, por
esta misma razón son muy buscados y muy leídos por los norteamericanos su viaje
a los Estados Unidos, pues en ese libro describe bien el país yanqui, tal y
como estaba por aquel entonces en que anduvo por sus tierras y que el tiempo,
el terrible tiempo, ha hecho variar de tal modo que es ya muy otro en su manera
exterior y en sus costumbres.
En los
viajes de orden suprema que forman un grueso tomo y que quedaron inconclusos
describe las cosas que le acontecieron, así como a las personas que había
conocido en la región de Querétaro, a donde salió echado de su casa por
Santana, a causa del llamado libro de los quince por criticar sus maniobras en
la invasión norteamericana.
¿Qué opina,
usted mi estimado lector?
Pensamiento:
El anhelo es una forma de recuerdo. Séneca.
0 comentarios:
Publicar un comentario