Frente A. Opositor PAN, PRD y MC en la elecciones2018
Por Ing. Julián ROMERO TEHUITZIL

A las oficinas del INE acudieron el presidente del PAN, Ricardo Anaya;
el coordinador nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado y la presidenta
nacional del PRD, Alejandra Barrales para formalizar la alianza que se une por
5 principales causas, según explicó por su parte el representante del PAN.
Con tiempo y forma antes que inicie el Proceso Electoral Federal
2017-2018 el consejero Marco Antonio Baños, presidente de la Comisión de
Prerrogativas y Partidos Políticos explicó que el INE, en el marco de sus
atribuciones, revisará que la solicitud de conformación del frente cumpla con
los requisitos legales establecidos en la normatividad vigente.
No sólo es ponerse de acuerdo para elegir un candidato común que
compita por la presidencia de México, deben de resolver los promotores del
Frente Amplio Opositor, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, para hablar de una
alianza electoral en el 2018.
Al Frente Ciudadano por México – oficializado en la primera quincena
de septiembre de 2017 y conformado por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano–rumbo
a las elecciones federales de 2018, y una lista de pendientes a resolver antes
de convertirse en coalición electoral o en una coalición de gobierno.
A pesar del optimismo de sus principales impulsores, el reto al que se
enfrentan los firmantes del pacto no es solo darle forma, sino sortear una gran
cantidad de obstáculos y variables que podrían poner en riesgo la viabilidad
del proyecto.
El oficio y la voluntad política de los principales actores será
puesta a prueba en las próximas semanas, aunque desde ahora se vislumbra
complicado que todos queden conformes con los acuerdos que se tomen.
El campo de juego luce reducido para el número de jugadores. El tema
central será la designación del candidato presidencial – que en principio
parece estar destinado a un panista– aunque más allá del nombre, será el
mecanismo de selección lo que podría generar las primeras fricciones, ya que la
transparencia y el consenso sobre el procedimiento podrían determinar la
legitimidad de quien resulte seleccionado.
Sobre la mesa estarán también temas como la candidatura para la Ciudad
de México, el alcance del Frente en las elecciones locales, programas de
gobierno y las pugnas internas en los partidos, todos ellos frentes abiertos al
día de hoy.
Con tantos aspirantes que han manifestado su interés para encabezar al
Frente Amplio en la contienda presidencial – y otros que no lo han hecho pero que
podrían buscar abanderar la hipotética coalición electoral- el método de
selección parte en principio como uno de los mayores retos. “La Candidatura
presidencial”
Por el PAN han levantado la mano Margarita Zavala y Rafael Moreno
Valle, pero Ricardo Anaya está estirando la liga para acortar el plazo legal al
frente de la dirigencia nacional y postularse; en el PRD la carta fuerte es el
jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, aunque el
Gobernador de Michoacán Silvano Aureoles también suena.
La posibilidad de una candidatura de unidad o por consenso queda
prácticamente descartada y sería fácilmente atacada por los detractores
externos y cuestionados por los detractores internos, por lo que la única
salida viable sería un mecanismo de selección claro y en el que estén de
acuerdo todos los aspirantes.
¿Una consulta abierta a los militantes de los partidos?, ¿una consulta
abierta a la ciudadanía?, ¿un candidato o más por un partido?, ¿participarán
aspirantes independientes?, ¿una elección con una segunda ronda de votaciones?
Todas ellas son posibilidades que deberán delinearse en las próximas
semanas. Aún con un proceso transparente y aprobado por los aspirantes y/o
dirigentes de los partidos, nadie da por descontado que las bases perredistas
estén dispuestas a apoyar a un candidato emanado de las filas del PAN, o que
los panistas quieran ceder la candidatura a un aspirante que no sea de su
partido.
En este escenario, cabría la posibilidad de recurrir a un candidato
externo con perfil ciudadano que podría crear un mejor consenso al interior,
una posibilidad que está contemplada en el convenio de Constitución del Frente.
Esta posibilidad cuenta con otro gran inconveniente, no parece que personajes
como Anaya, Zavala, Moreno Valle o Mancera se hagan a un lado para respaldar a
un personaje externo.
Lo que sí parece más viable es que los integrantes del Frente inviten
a personajes como Juan Ramón de la Fuente, Jorge Castañeda o incluso a Armando
Ríos Piter a participar en el proceso lo que de entrada dotaría de legitimidad
a quien resultara electo. De entrada, el Frente Ciudadano por México, según las
palabras de sus artífices, es un esfuerzo que va por un cambio de régimen, lo
que se traduce en una amplia coalición para sacar al PRI del gobierno.
Sin embargo, los dirigentes de los partidos también se han pronunciado
en contra de las opciones radicales, una clara alusión a lo que representa
Andrés Manuel López Obrador y su proyecto político.
En realidad, el verdadero adversario en la contienda presidencial
podría ser precisamente López Obrador, con quien los integrantes del Frente
podrían pelear no solo por atraer votos sino por posicionarse como la opción
anti-régimen.
La interrogante es si en una hipotética campaña, el Frente tendrá
suficiente energía para erigirse como un frente anti-PRI al mismo tiempo que un
frente anti-AMLO. De entrada, el Frente Ciudadano por México, según las
palabras de sus artífices, es un esfuerzo que va por un cambio de régimen, lo
que se traduce en una amplia coalición para sacar al PRI del gobierno.
Sin embargo, los dirigentes de los partidos también se han pronunciado
en contra de las opciones radicales, una clara alusión a lo que representa
Andrés Manuel López Obrador y su proyecto político.
En realidad, el verdadero adversario en la contienda presidencial
podría ser precisamente López Obrador, con quien los integrantes del Frente
podrían pelear no solo por atraer votos sino por posicionarse como la opción
anti-régimen.
La interrogante es si en una hipotética campaña, el Frente tendrá
suficiente energía para erigirse como un frente anti-PRI al mismo tiempo que un
frente anti-AMLO. El golpeteo al interior de Acción Nacional podría convertirse
en el principal factor de riesgo para que el Frente Ciudadano se pueda
consolidar como una coalición electoral. Todavía no hay claridad en cuanto al
método de selección del candidato presidencial panista, aún a pesar de las
exigencias de los aspirantes blanquiazules hacia los órganos partidistas y
hacia la dirigencia.
Si al final Ricardo Anaya se impone como candidato, la ruptura interna
sería casi un hecho, con el riesgo incluso de que los demás aspirantes pudieran
boicotearlo, o que uno o más de ellos pudieran buscar la Presidencia por la vía
independiente. La relación entre Anaya y Margarita Zavala, los dos principales
aspirantes panistas, está prácticamente rota, y aun cuando la ex-primera dama
se ha pronunciado a favor del Frente, luce complicado que ofrezca cualquier
tipo de respaldo al queretano.
El PAN lleva la ventaja para que sea uno de sus militantes quien se
convierta en el candidato del Frente, aunque para lograrlo tendrá que hacer
concesiones con las demás fuerzas políticas. Es precisamente aquí donde entra
la figura de Miguel Ángel Mancera, que, sin ser militante, es la carta fuerte
del perredismo para encabezar el proyecto, por lo que en caso de no lograr ese
objetivo, podría tener un papel fundamental, ya sea en el hipotético gabinete o
incluso como fiscal general.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de México podría ser el personaje que
el Frente Ciudadano impulse para convertirse en el primer fiscal general de la
Nación, un cargo transexenal y fundamental para la vida pública en los próximos
años.
La única duda es si Mancera aceptará postularse debido a la politización
y tensión que ha generado el nombramiento. En las próximas semanas, el
mandatario capitalino pedirá licencia y empezará a evaluar su futuro político.
Si al final es un panista quien encabece la candidatura presidencial
por el Frente Amplio, lo más natural sería que un perredista compitiera por la
jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, más específicamente la dirigente
nacional Alejandra Barrales, quien en los próximos días estará dejando su cargo
en el partido y podría pedir licencia en el Senado. En una ciudad gobernada
durante los últimos 20 años por el Sol Azteca, rumbo a 2018, Morena, el partido
de López Obrador, parte como principal favorito para ganar la capital del país,
e incluso con el apoyo de otras fuerzas políticas, el PRD parte en desventaja.
La reciente ruptura entre Ricardo Monreal y la dirigencia de Morena ha abierto
la posibilidad de que el zacatecano pueda competir por la jefatura de Gobierno
fuera de este instituto político.
Incluso se ha especulado con la posibilidad de que pueda ser invitado
por el Frente para hacer frente a Morena. ¿Estarían dispuestos el PRD y
Barrales a darle la candidatura a Monreal? Sería una apuesta por el más puro
pragmatismo político.
Con Monreal el Frente tendría una oportunidad de competir contra
Morena en la Ciudad de México, posibilidad que hoy no tiene. El debate no es
nuevo, las diferencias ideológicas entre el PAN y el PRD han sido el principal
blanco de críticas al exterior, e incluso al interior de los partidos desde las
primeras alianzas en 2010. Además, las alianzas han demostrado -hasta el
momento- ser pragmáticas, meras coaliciones electorales, exitosas es cierto,
pero que no han tenido continuidad en verdaderas coaliciones de gobierno.
Uno de los grandes retos que tendrán los estrategas políticos del
Frente en las próximas semanas será la construcción de una plataforma política
y de gobierno que genere consenso.
En este punto se requerirá suficiente madurez política, principalmente
entre el PAN y el PRD para dar cabida a las propuestas del otro, ya que hay
temas tan polémicos y que generan posturas tan alejadas como el aborto, que no
habrá forma de encontrar un punto medio.
Quienes encabezan el Frente Ciudadano por México han reconocido que se
encuentran en pláticas con liderazgos de otros partidos como Nueva Alianza o el
Partido Verde, que estarían evaluando la conveniencia de sumarse total o
parcialmente al Frente.
Lo que también tendrían que evaluar es la conveniencia de abrirle las
puertas a estos partidos, que en los últimos años han sido aliados del PRI
tanto a nivel electoral como legislativo, incluso podrían considerarse parte
del régimen que quieran cambiar.
La participación de estos partidos más que sumar, incluso podría
restarle apoyos al Frente, pues en cierta manera sería una contradicción a lo
que están proponiendo. La relevancia y la magnitud del éxito o fracaso del
Frente se conocerá hasta julio de 2018, sin embargo, sus impulsores deberían
estar preparados para el peor de los escenarios: que no puedan ganar la contienda
presidencial.
Por los antecedentes y las proyecciones, lo que sí parece asegurado es
que en suma, los tres partidos tendrán un importante número de legisladores en
ambas cámaras y podrían en conjunto constituir la bancada más importante. El
objetivo primario es ganar la Presidencia de la República, y aunque el Frente
tiene -en el papel- una vigencia hasta 2024, ¿podría sobrevivir desde la
oposición?
Independientemente del gran debate entre las dirigencias y los
liderazgos nacionales, también hay que tomar en cuenta las propias dinámicas
que existen en las dirigencias y las bases de los partidos en cada una de las
entidades del país.
Aunque las coaliciones han demostrado ser exitosas donde se han
logrado, la firma del pacto no compromete a los integrantes a formarlas, y en
cada entidad se librará una verdadera batalla por las posiciones de poder.
Se despide su amigo ING Julián Romero Tehuitzil,
colibrifuerte2001@yahoo.com.mx
La Caja de Cartón., email:
tlciudadana@gmail.com....www.tlciudadana.com.mx de tus amigos
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