CHOLULA.- La mamá de Alex está muy
preocupada porque su hijo de 21 años desde hace algún tiempo ha comenzado a
hacer cosas raras antes de irse a dormir. Enciende y apaga las luces un montón
de veces, comprueba una y otra vez si la puerta y las ventanas están bien
cerradas, se está haciendo un sarpullido en las manos de tanto lavárselas, no
llega a casa hasta que la suma de las matrículas de los coches que encuentra
por la calle no sea múltiplo de 7… Sin embargo, Alex dice que no le pasa nada,
que son sólo pequeñas manías y que no necesita ayuda. Pero a Alex sus “pequeñas manías” le ocupan varias
horas al día.
Luis comenzó
a beber poco a poco, casi sin darse cuenta. Su mujer dice que ya no es como
antes, que ya no es cariñoso con ella y que, algunas veces, incluso le ha
levantado la mano cuando ella le ha echado en cara su alcoholismo. Pero
Luis dice que no le pasa nada, que está
bien, que sólo bebe un poco, que no es alcohólico y que puede dejar de beber
cuando él quiera. Luis no quiere recibir ayuda.
Jacinto es
empresario. Ha estado fabricando componentes electrónicos para pequeños
electrodomésticos durante los últimos 20 años. Desde hace dos años sus pedidos
han bajado de forma estrepitosa. Los bancos le están empezando a negar
créditos. Las empresas prefieren comprar en China porque les resulta más
barato. Jacinto dice que ya se darán cuenta de que son de peor calidad y que ya
volverán a él. Jacinto dice que es la coyuntura comercial mundial, pero que él
no tiene que cambiar nada. Jacinto dice que no pasa nada, que en cuanto pase la
crisis él volverá a vender como antes.
Son tres
ejemplos de cómo los seres humanos nos obstinamos en no ver lo que tenemos
delante. La mamá de Alex sabe que tiene un problema. La mujer de Luis sabe que
tiene un problema. Los bancos que trabajan con Jacinto saben que tiene un
problema. Pero todos ellos están ciegos, no ven, no quieren reconocer que
tienen un problema.
Si no
aceptas que tienes un problema, nunca podrás resolver tu problema. Mientras no
aceptes que tienes un problema, no podrás poner en marcha respuestas que
eliminen el problema. Lo primero que tenemos que hacer cuando tenemos alguna
dificultad es aceptar que tenemos esa dificultad. Llegará un momento en el que
Alex no podrá hacer otra cosa que cumplir sus “manías” durante todo el día, ya
que cada día son un poco más elaboradas. Luis acabará con una cirrosis y
abandonado por todo el mundo, pues la convivencia se está haciendo insoportable
para su familia, incluso sus hijos ya lo rechazan. Jacinto tendrá que cerrar
porque económicamente ya no puede soportar los gastos. Primero tenemos que
identificar el problema, cuantificarlo y poner cada cosa en su sitio. Así
podremos buscar una solución.
¿Hay algo en
tu vida sobre lo que las personas cercanas te dicen que tienes un problema pero
tú no lo ves? ¿Alguien te está diciendo que deberías revisar algo pero tú no lo
aceptas? ¿Qué puedes hacer si ves que alguien cercano tiene un problema pero él
lo rechaza?
Te agradezco
tu tiempo y no dudes en llamarme si quieres algún consejo.
*** ENRIQUE
RUIZ VILLASEÑOR es economista de la Universidad de las Américas Puebla, tiene
estudios de economía en STATE UNIVERSITY OF NEW YORK, Maestro en Alta Dirección
de Empresa por el IPADE, ha sido catedrático de la BUAP, IBERO, UDLAP y UPAEP.
También ha colaborado como columnista del Periódico “El Financiero Golfo Centro
y es orgullosamente Cholulteca.
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