CHOLULA. - Normalmente escribo en Facebook las gracias a mi equipo de
trabajo, las gracias a mis amigos y las gracias a mi familia, pero nunca he
agradecido a esos abogados que me inspiraron para ser abogada.
Hoy quiero agradecer a Héctor Silva y a Roberto Altieri, finísimos
abogados que me inspiraron... A no ser como ellos. Después de todo lo que
hicieron, decidí estudiar derecho para que nunca me pasara lo mismo que a mi
familia y para defender a la gente que se topara con abogados como ellos.
Quiero apuntar que cada quien habla de cómo le fue en la feria y
también me queda claro que los abogados ratas, no pueden ser ratas siempre, o
no habría clientes que pudieran recomendarlos con personas a quienes les
pudieran robar.
Cuando iba yo en secundaria, al gobernador de Veracruz le dio por
expropiar un hotel que había sido toda la vida de mi familia. Mi familia
contrató como abogado a Héctor Silva, a Héctor se le pasaban los términos tan
seguido, que hizo evidente que se había vendido con el gobierno del Estado.
Entre otras cosas que hizo según él, fue resolver un juicio, que años después,
cuando ya estudiaba yo Derecho, nos enteramos de que nunca había promovido,
aunque eso sí, por supuesto había cobrado. Pruebas sobran, incluso el
expediente donde se expropia el hotel sin utilidad pública alguna.
El caso de Roberto Altieri no tiene pierde. Recuerdo a mi mamá y a
mis tías enojadas reclamándole que no se había presentado a lo que desconozco
si era audiencia o diligencia, pero que recuerdo era crucial en un juicio.
Altieri pidió perdón por haberse ido al mundial sin avisar, después supimos que
había estado en el botellón por fraude. Muchos años después, Altieri y yo nos
encontramos en la vida, él no se acordaba de mí, yo sí de él. Roberto quería
una carta de antecedentes no penales, lo habían denunciado por fraude y la
necesitaba para ser notario, según él había ganado el juicio, la verdad hasta
ahora no la sé.
Todo esto viene a colación, porque recientemente supe de un abogado
que le salió a una señora que tiene la posesión de un inmueble, con que no se
preocupe porque ella tiene la escritura, el único detalle es que esa escritura
no está a nombre de esa señora.
Nunca dejará de sorprenderme hasta donde son capaces de llegar
algunas personas.
Así que, si buscan abogado o abogada, o en su caso ya tienen, les
doy las siguientes recomendaciones, pues me ha tocado estar de los dos lados:
1.- Es indispensable tener confianza en quien lleva nuestros
asuntos, si no hay confianza, difícilmente se llegará a buen puerto.
2.- Hay que pagar los honorarios, quienes litigamos por más buena
intención que tengamos, tenemos que comer todos los días, tres veces al día.
Sabemos que los gastos como copias y peritos son un lastre, pero son necesarios
para que caminen los asuntos.
3.-La confianza no quiere decir que nos despeguemos de nuestro
asunto, esto no quiere decir que le estemos llame y llame a nuestro abogado o
abogada, a veces no informamos porque no tenemos nada que informar, pero
obviamente si promovemos algo, o presentamos algún escrito, tiene que haber una
respuesta de la autoridad, muchas veces no tan pronto como quisiéramos, ni de
la forma que quisiéramos, pero de que hay respuesta hay respuesta.
3.- Un asunto está concluido cuando hay una sentencia y esa
sentencia causó estado. Si les dicen que está terminado, pero no les enseñan la
sentencia, no está terminado.
4.- Si una propiedad es tuya, tienes un documento que la avala como
tal. Si tienes una escritura, pero en esa escritura la propiedad aparece a
nombre de otra persona, esa propiedad no es tuya, aunque tengas guardada la
escritura con 3 candados, la propiedad no es tuya. Lo mismo aplica cuando piden
prestado y entregan la escritura de un bien en garantía de pago, esa escritura
puede servir como mantel, como papel para limpiar vidrios y como muchas otras
cosas, menos para acreditar la propiedad del inmueble a cambio del préstamo.
Nos leemos cuando nos leamos.
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