CHOLULA.- A ver, por un lado, nuestro
primer mandatario, nos dice que hablemos de las cosas buenas que suceden en
nuestro país. Y sí debe haberlas, pero solo para una casta que ha surgido: la
de los políticos. Que no reciente las malas.
Por otra
parte la mayoría ciudadana, siente una aversión en crecimiento por las policías
y ejército que extorsionan o reprimen a la ciudadanía. Igual se está
generalizando el repudio a los partidos políticos, por el gasto irresponsable y
la actitud de sus candidatos, cuando llegan al poder: y hablamos de
gobernadores como Duarte (2), Deschamps y familia, Granier, Moreyra, el de
Nuevo León y toda su corte que sustrajeron miles de millones (Poco se habla de
menos) y solo los inhabilitaron 10 años.
Sentencias
suavecitas para delincuentes como El Gerber, el Yorch y otros, que se
contrapone con el rigor aplicado al Dr. Mireles. Casos impunes, como la
guardería ABC, los 43 de Ayotzinapa, los cerca de 40 cadáveres encontrados en
el rancho “El Limón” de Veracruz y los asesinatos de periodistas, los cerca de
12 muertos hechos pozole en Puebla recientemente.
Los sueldos
criminales de Diputados, Senadores y funcionarios que en nada devengan, la
devaluación, la baja del crudo y su red de tomas clandestinas, la quiebra de la
CFE, PEMEX, los altísimos cobros bancarios, los linchamientos debido a la falta
de seguridad y garantías,
Y Sigue la Mata Dando
No hay
responsables en la línea de oro del metro. De aquí para allá, se llevaron a una
delincuente y de allá para acá, no. Y es explicable, por la farsa en que
vivimos, demostrada con las fiestas que organizan los políticos.
Si a este
poco enlistado le agregamos los agentes climatológicos atípicos de lluvia,
aire, frío, nieve y otras, recién
sufrimos, la contaminación de la CDMX, que por cierto va a elaborar su
constitución, pero ¿Para qué les servirá? Bueno, cuando menos para aplicársela
a los jodidos; el sika, el H1N1, la chingonguña, etc. el sembradío de fosas en
todo el territorio nacional, el nacimiento de guerrillas y la desconfianza e
incredulidad hacia nuestro gobierno, la falta de liderazgo ¿de qué cosas buenas
podemos hablar señor presidente? ¿Sobre todo, los cerca de 55 000 000 de
pobres?
Si la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, creyó en sus declaraciones, con su
pan se lo coman, pero en México, se siente en carne propia la cruda realidad
del país que han desforjado los políticos. ¿O no es cierto?
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