CHOLULA.- Todo ser humano hombres y
mujeres, tienen el gran privilegio de
tener comunicación a solas con Dios, si él lo decide, con él encantado yo
estoy, aunque en torno lleguen las sombras, más me ordena ir a escuchar yo voy,
su voz doquier la pena este. Tan dulce es la voz del señor, que las aves
guardan silencio, y tan solo se oye esa voz de amor, que inmensa paz al alma
da.
Moisés en el
desierto.- Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de
Madian llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb Monte de
Dios, y se le apareció el ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una
Zarza, y él miró y vio que la zarza ardía en fuego y la zarza no se consumía,
entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión por que causa la
zarza no se quema: Y viendo a Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en
medio de la zaraza y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí, y dijo:
No te acerques, quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás,
tierra santa es, Ex. 3-1.
Moisés en el
lugar del desierto, Dios le habla en el
monte de Dios, apareciéndole el ángel de Dios. Fue al lugar santo fue
llamado de Dios y él respondió: Ve porque yo estaré contigo; y esto te será por
señal, de que yo te he enviado; cuando hayas sacado de Egipto al pueblo
serviréis a Dios sobre este monte Ex. 3-12.
Josué cerca
Jericó.- Dos habla a Josué, aconteció después de la muerte de Moisés diciendo:
Mi siervo Moisés, ha muerto, ahora pues levántate y pasa este Jordán, tú y todo
este pueblo, a la tierra que yo te doy a los hijos de Israel. Yo os he
entregado, como lo había dicho Moisés, todo ligar que pisaré la planta de
vuestro pie, desde el desierto y el Líbano, hasta el gran río Éufrates, toda la
tierra de los Heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro
territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Como
estuvo con Moisés estaré contigo, no te dejaré, ni te desampararé, esfuérzate y
sé valiente porque tu repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual
juré a sus padres que les daría a ellos, solamente esfuérzate y sé muy
valiente, para cuidar e hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te
mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas
prosperado en todas la cosas que emprendas, nunca se apartará de tu boca este
libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él para que guardes y
hagas conforme a todo lo que en él está escrito porque entonces harás prosperar
tu camino, y todo te saldrá bien, mira que te mando que te esfuerces y seas
valiente, no temas ni desmayes porque Jehová tu Dios, estará contigo en donde
quiera que vayas, Jos. 1-1 al 9.
Dios habla a
Josué, la ocasión era triste Moisés había muerto, Dios necesitaba a alguien
para tomar su lugar, escogió a Josué ha prometido estar con él, y también con
cada uno de nosotros hasta el día de nuestra partida. Elías escondido en el
arroyo de Cherith, ordenado por Dios, alimentado por Dios, al terminarse el
agua Dios le conduce a la viuda; hizo milagros porque Dios estaba con él, en la
cueva con Dios, apártate de aquí y vuélvete al Oriente y escóndete en el arroyo
de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del arroyo, y yo he mandado a los
cuervos que te den allí de comer, y él fue e hizo conforme a la palabra de
Jehová pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al
Jordán, I. R. 17-3 al 5.
Y allí se
metió en una cueva, donde pasó la noche y vino a él palabra de Jehová, el cual
le dijo: ¿Qué haces aquí Elías?, él respondió: He sentido un vivo celo por
Jehová Dios de los ejércitos, porque los hijos de Israel han dejado tu pacto,
han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas, y sólo yo he
quedado y me buscan para quitarme la vida. Él le dijo: sal fuera y ponte en
el monte delante de Jehová y he aquí
Jehová que pasaba y un grande y poderosos viento que rompía los montes y
quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el terremoto. Y
tras el terremoto un fuego, pero Jehová no estaba en el fuego, y tras el fuego
un silbo apacible y delicado, y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su
manto, y salió y se puso a la puerta de la cueva, y he aquí vino a él una voz
diciendo: ¿Qué hace aquí Elías? El respondió: He sentido un vivo celo por
Jehová Dios, de los ejércitos porque los hijos de Israel han dejado tu pacto,
han derribado tus alteres, y han matado a espada a tus profetas y solo yo he
quedado y me buscan para quitarme la vida. El conmigo esta, puedo oír su voz.
Dios te ama.
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