cmaciaspalma@yahoo.com.mx
Aunque
parezca que no, el Presidente de la República tiene mucho, pero muuuucho
interés en las elecciones y Puebla no está ajena a la importancia que tiene
ganar la presidencia municipal de la capital y el Congreso del Estado. “Es un
asunto de Estado”, dijo recientemente el Secretario de Gobernación a un
candidato con quien se reunió allá, en la ciudad de México.
Y no es para
menos. Enrique Peña Nieto perdió en Puebla en las elecciones presidenciales
frente a Andrés Manuel López Obrador. La “ola amarilla” con el “voto de moda”
de los poblanos ubicó al inquilino de Los Pinos en segundo lugar. Si, si, por
muy pocos votos pero finalmente, perdió.
Investido
mandatario de la Nación, no desea hacer el ridículo en Puebla para que el
gobernador le gane las elecciones, porque políticamente sería un golpe muy
duro. Mira que perder dos veces seguidas (una en la boleta y la otra no), es
desagradable. De ahí que, al igual que en los otros 13 Estados, se deben ganar
las más importantes posiciones, las significativas, las que generen
rentabilidad política, las que produzcan orgullo.
De poco le
sirve al PRI de la era Peña Nieto, convertirse en Puebla en un partido en el
poder… pero de pueblitos. Es decir, obtener triunfos en Coxcatlán, Pahuatlán,
Palmar de Bravo, San Matías Tlalancaleca o San Diego la Mesa Tochimiltzingo,
por poner ejemplos. Se debe ganar en Puebla, San Pedro Cholula, Tehuacán, San
Martín Texmelucan, Teziutlán, Zacatlán, Huauchinango, Atlixco, Izúcar de
Matamoros, Acatlán de Osorio. En fin, municipios potenciales.
De ahí que
se le haya encargado al Secretario de Gobernación atender personalmente el caso
Puebla. “Al fin Miguel Angel, tú conoces muy bien a Rafael. Ahí te lo encargo”.
El Verdugo
¿Qué sería
de nosotros sin la “guerra sucia” en las elecciones? Cada proceso es lo mismo.
El Verdugo pregunta: ¿cuánto cuesta la alcaldía de Puebla?
0 comentarios:
Publicar un comentario