CHOLULA.- Nuestros padres sufrieron en
el tiempo, en silencio; ciertamente hay sueños, agradables, placenteros,
peregrinando en campos áridos; en caminos sinuosos, cargando la pesada cruz de
dolor y sufrimiento.
Han
empeorado los tiempos, no hay mejorías, hay relevancia presente al mundo
placentero; asemejamos o parecemos vivir sin derrotero, libres del corazón, y
de conciencias.
¡Cuán dulce
sería el destino de familias!
Permítele al
Señor; moldear tu mente; el mundo te rodea, todo lo atrapa, con mentiras; no
seas cobarde, afírmate en tu propia fe.
Ellos
retomaron con fidelidad el bien, ama lo que tienen, lo que das, haciendo el
bien; hay una misión en la vida, caminar con Dios, amistad del mundo, enemistad
para con Dios.
Al pagar el
precio de aquellos que por mi murieron, por otros, ya hoy los disfrutas, el
redentor, oh el mundo, son las metas, el sufrió, murió por ti, también por mí.
Lleva la
marca de la cruz con humildad, bendecidos por gracia eternal y celestial;
bienaventurados por causas de la moral, justicia y persecución hay en la
humanidad.
Jehová de
los ejércitos por siempre nos librará, porque tuviste confianza solo en él,
velará por mí, te guardará… si… él ninguna mal vendrá; y por siempre vivirás.
Si hoy del
mundo estás cansado, ven a Cristo, el salvador del mundo; endulzará él tu vida, vencedor te
hará, culpas y pecados él los llevará.
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