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La Resurrección de Jesucristo

Written By Unknown on domingo, 5 de abril de 2015 | 15:31




CHOLULA.- La resurrección de Jesucristo, se dio por profecía, porque no dejará mi alma en el sol, ni permitirás que tu santo vea corrupción. Me mostrarás la senda de la vida, en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre, Sal. 16-10-11. Fue profetizada por Jesucristo mismo. Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, si no cuando el hijo del hombre hubiere resucitado de los muertos. Y guardaron la palabra entre sí, discutiendo que sería aquello de resucitar a los  muertos, Mr. 9-9-10. Fue predicado por los apóstoles.- A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos, Hch. 2-32. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí; que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la escrituras. I. CO. 15-3-4. La seguridad de la resurrección está demostrada más ahora Cristo, ha resucitado de los muertos, primicias de los que durmieron es hecho, porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. I. CO. 15-20-21. Yendo por sombrío valle, en rugiente mar hostil, antes y después del trance, cerca siempre te halle a ti. No los bienes, no placeres, ni renombre busco aquí, en las pruebas en desdenes, cerca siempre te halle a ti. Salvador, mi bien eterno, más que vida para  mí, en mi fatigosa senda, cerca siempre te halle a ti, junto a ti, junto a ti. En mi fatigosa senda, cerca te halle a ti, pasado el día de reposo, al amanecer el primer día de la semana,  vinieron María Magdalena, y la otra María a ver el sepulcro, y hubo un gran terremoto, porque un ángel del señor, descendió del cielo y llegando removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve, y de miedo de él los guardias temblaron y se quedaron como muertos. Más el ángel respondiendo, dijo a las mujeres, -No temáis vosotras, porque yo sé que buscáis, a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos y he aquí va delante de vosotros a Galilea, ahí veréis, he aquí os lo he dicho-. Entonces ellas saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve!, y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron. Entonces Jesús les dijo –NO temáis, id da las nuevas a mis hermanos para que vayan a Galilea, y ahí me verán, Mt. 28-1 al 10. Cristo, el hombre que pendió de la cruz es el mismo que se sentará en el trono, “En cuanto es el hijo del hombre”. Esto indica que es apto para juzgar, pues puede compadecerse de los hombres. Pero es también igual al padre indica,  su competencia para juzgar, la Biblia habla de Dios juzgando al mundo, refiriéndose a Dios el hijo, porque el padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al hijo, para que todos honren al hijo como honran al padre. El que no honra al hijo, no honra al padre que lo envió. Y también le dio autoridad de hacer juicio por cuanto es el hijo del hombre, Jn. 5-22-23-27. Te encarezco delante de Dios y del señor Jesucristo que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2. TI. 4-1.  Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo para que cada uno  reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo sea bueno sea malo. 2. CO. 5-10. Y nos mandó que predicásemos al pueblo testificásemos que él es el que Dio0s ha puesto por juez de vivos y muertos, Hch. 10-42. Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al  mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos, Hch. 17-31. El hombre debe sufrir por su pecado, si persiste en él con voluntad, a este sufrimiento la Biblia lo llama muerte eterna (por edades) sino como duradera para siempre jamás, o por los siglos de los siglos. Otra vez dijeron. ¡Aleluya!  Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos, Ap. 19-3. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos, Ap. 20-10. Y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos, y no tienen reposo de día ni de noche, los que adoraban a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre, Ap. 14-11. Jesucristo al morir crucificado en el Gólgota, fue coronado con espinas, la recompensa del creyente la corona de la vida eterna.
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