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CHOLULA.- Con el fuerte soplar del
viento y los colores del sol al iniciar su carrera al occidente, podemos
encontrar un sinfín de figuras, como invitación a la imaginación nos permiten
los destellos de luz, hacia su último suspiro, cada instante pasa y vuelve a
tomar su más clara armonía de colores, haciendo presencia la luna y acompañada
de su corte de estrellas, llama a las nubes más ligeras de humedad con los
acordes del viento.
En lo alto
de nuestro valle de Cholollan
observamos aquellas nubes impetuosas que corren a lo largo de nuestra geografía
y se posan frente al majestuoso volcán Popocatépetl,
dando el destello de luz, sombras de aquellos caminos que nos acercan a
nuestros destinos, sombras también de
aquella vegetación que en armonía, se escuchan quienes habitan y resaltan los
viejos caminos y brechas para llegar a su morada.
Esta es la
interpretación de una tarde-noche, nublada de nuestra Cholula, época difícil por los cambios climáticos y las sorpresas
de la lluvia y hasta el granizo, pero como trasmitir el sentir de lo que hemos
observado, como hacer una verdadera forma de plasmar todo aquello.
Nuestros
antepasados, en uso de su sabiduría y experiencia, plasmaron infinidad de
hechos de la naturaleza, del cosmos, de la lluvia, del sol, de la luna, de la
tierra, en los diferentes calpulli, la Ciudad Sagrada sin embargo bajo la
veneración a Quetzalcóatl y demás
deidades, tuvieron la visión de por medio de los tlacuilos formar un acervo llamado Códices, donde ahora conocemos
y sabemos cómo eran la vida en sociedad de aquellas épocas.
Es por ello
que nuestra ciudad fue tan visitada y admirada desde Mesoamérica y todos
aquellos lugares y de todos los Tiempos, orgullo indígena y ahora testimonio
nacional, donde se guardan costumbre y
tradiciones, de una época importante para la historia y mucho más para los
testimonios de los cuales existen.
Cholula no te Olvida…
Hagamos la Jornada.
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