@cmaciaspalma
Sí que es
complicado entender eso de la aprobación de nuevos impuestos, sin culpar al
gobierno, a los diputados, a los senadores, a los políticos en general. Y la
verdad es que todos los analistas responsabilizan a quienes propusieron y a
quienes aprobaron las nuevas y el aumento a las tasas impositivas.
Ahora
resulta que la culpa es del gobierno y los legisladores por aprobar un nuevo
impuesto, por ejemplo, a los refrescos. Desde luego que quienes pierden o
perdemos siempre somos los ciudadanos. Lo ideal sería que las compañías
refresqueras absorbieran ese impuesto y dejaran de ganar los millones de
dólares que se embolsan cada año, producto de mexicanos golosos.
Las empresas
refresqueras no pierden ni van a despedir a sus empleados, porque siguen
creciendo gracias a sus ventas, inmensas ventas anuales en un país con alto
consumo de estas bebidas, de todo tipo, precios, sabores y presentaciones.
Pero vamos a
la realidad de la vida, más allá de las cuestiones políticas absurdas y las
discusiones inútiles de políticos y analistas. Por ejemplo, un grupo de unos 10
chavas y chavos se reúnen en la casa o departamento de alguno de ellos para
disfrutar del partido eliminatorio entre México y Nueva Zelanda. Deciden, por
supuesto adquirir ron y brandy para disfrutar el juego, la botana y relajo.
Entre todos
cooperan para comprar el pomo, los chescos, los hielos y la botana. A las 2 de
la tarde están listos para la emoción deportiva y empezar a beber y a comer.
Ven el partido, se emborrachan y botanean ¿En qué momento estos jóvenes se van
a acordar de los diputados y senadores que aprobaron los impuestos al refresco?
¿en qué momento los chavos van a estar discutiendo política porque ahora la
coca cola vale 18 pesos y no 17 pesos?
Y cuando se
organiza la boda o los XV o el bautizo o la fiesta de cumpleaños ¿quién
carambas va a discutir porque los refrescos ahora cuestan un peso más? ¿quién
en plena fiesta, en plena parranda, en pleno relajo va estar alegando si las
papitas o las frituras ahora cuestan un peso más?
La verdad es
que a la hora de la fiesta nadie se acuerda de los políticos por si
aumentaron no, los impuestos que son fácil de absorber. Un peso te lo
gastas sin problema en plena parranda.
Ahora bien,
el gobierno cobra más por un refresco, el tendero, la tienda de conveniencia o
el supermercado le suben un peso, el restaurantero le aumenta un peso y el
cliente para ese peso más. Pero todos en algún momento somos consumidores y
entonces todos terminamos pagando y no solamente unos cuantos.
Pero bueno,
cada quien opina lo que quiere.
El Verdugo
Los panistas
dicen que los ciudadanos van a cobrarle en las urnas al PRI y al PRD el haber
autorizado los nuevos impuestos. El Verdugo dice: si los mexicanos cobráramos
por tanta atrocidad de los políticos, el PAN, el PRI, el PRD y todos los demás
no existirían.
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