Por Mario SALAMANCA RODRÍGUEZ
Provisión de la Gracia
CHOLULA. – La provisión de
dios en la salvación; antes muerto en pecado, ya he muerto con Jesús, y del
mundo separado, ya me juzgó por la cruz, en el agua sumergida, testimonio a
todos doy que en Cristo he creído y por él ya salvo soy, que en Cristo he
creído y por él ya salvo soy “Dios proveyó la gracia” pero dios que es rico en
misericordia por su gran amor conque nos amó, aún estando nosotros muertos en
pecados nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y
juntamente con él nos resucitó y a si mismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las
abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús,
porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no es vosotros, pues
es don de dios, no por obras, para que nadie se gloríe, porque somos hechura
suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, los cuales dios preparó de
antemano para que anduviéramos en ellas. Ef. 2-4-10.
“Dios ha manifestado su amor” porque de tal manera amó dios al mundo
que ha dado su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, más tenga vida eterna. Jn. 3-16. La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tu
siendo judío, me pides a mi de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan ente
si. Respondió Jesús y le dijo: si conociereis el don de dios, y quien es el que
te dice, dame de beber, tú le pedirías y el te daría agua viva. Jn. 4-9-10.
Más dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aun
pecadores, Cristo murió por nosotros. Ro. 5-8. “Dios a manifestado su
misericordia” nos salvó no pro obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho,
si no por su misericordia, por el levantamiento de la generación y pro la
renovación en el espíritu santo. Tit. 3-5.
Bendito dios padre nuestro señor Jesucristo que según su grande
misericordia nos hizo renacer par una esperanza viva pro la resurrección de
Jesucristo de los muertos para su herencia incorruptible e incontaminada de
inaccesible reserva en los cielos par vosotros. 1. P. 1-3-4.
No busco gloria ni honor sino en la cruz de mi señor, las cosas que me
encantan más lo sacrificio por su amor. De su cabeza, manos, pues, preciosa sangre
corrió allí, corona de espina fue la que Jesús llevó por mi el mundo entero no
serpa dadiva digna de ofrecer amor, tan grande y sin igual en cambio exige todo
el ser. Dios nos am.
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