Trump: demagogo hacia dentro, amenazante y corrupto hacia
fuera
Por Alejandro MARIO FONSECA

Y los dos no son más que grandes demagogos ya que sus promesas
resultan si no imposibles, sí muy difíciles de cumplir. Pero también utilizan
mentiras, verdades a medias y otros procedimientos similares para convencer a
sus respectivos pueblos y convertirlos en instrumentos de la propia ambición
política.
Además, las tensiones internas en ambos países son un buen caldo de
cultivo para la demagogia, propiciada también por los radicales enfrentamientos
existentes entre los diferentes países de sus respectivas zonas en conflicto.
Las noticias que comento a continuación las tomé del diario Reforma en su edición de hoy domingo 13 de agosto.
Deja marcha racista
muertes y violencia
Veamos primero el caso más complejo, el de Trump. Una manifestación
organizada por racistas neonazis en el estado de Virginia causó una ola de
violencia. El gobernador tuvo que declarar estado de emergencia.
Se trató de la manifestación supremacista más numerosa de las últimas
décadas. La violencia fue casi inmediata, luego de que un automóvil atropelló
deliberadamente a personas que se manifestaban pacíficamente contra la marcha:
murió una mujer y varios resultaron heridos.
Todo se complicó porque un helicóptero que vigilaba las protestas se
desplomó y dejó por lo menos dos policías muertos. La policía aseguró que el
incidente estuvo relacionado con las protestas, pero no se sabe bien a bien qué
pasó.
El origen del conflicto está en la decisión de la ciudad de
Charlottesville de remover la estatua de Robert E. Lee, un líder de la
Confederación sureña, que defendió el esclavismo durante la guerra civil.
Sin embargo, el verdadero problema es que la tensión se ha
incrementado a raíz de la llegada de Trump a la presidencia ya que su campaña
no solamente gozó de un ferviente apoyo a los nacionalistas blancos, sino que
también estuvo marcada por el insulto y la provocación.
Pero ahora el loco se “suaviza” y declara que “condena en los términos
más fuertes posibles esta indignante muestra de odio, intolerancia y violencia
de muchos bandos”. Y abunda, “por encima de todo, debemos recordar esta verdad:
no importa nuestro color, credo, religión o partido político, antes que nada,
todos somos estadounidenses”.
Presiona Trump a
China por Corea… y comercio
Por otro lado, el presidente Trump le pidió a China su cooperación
para relajar la tensión con Corea del Norte al tiempo que impulsa una guerra
comercial en su contra.
En concreto le pide al presidente chino, Xi Jinping, que le ayude a
frenar la carrera armamentista de Pyongyang. A cambio le ofrece congelar las
investigaciones sobre piratería, violaciones a la propiedad comercial y robo de
secretos de mercado, en los que han incurrido las empresas chinas.
Para Trump se trata de una sola política, declaró: “sí China nos ayuda
(con Corea del Norte) me sentiré muy diferente con respecto al comercio”. Más
pragmático y corrupto no podía ser el loco Trump. Ofrece hacerse de la vista
gorda con las violaciones a la legislación sobre comercio internacional, con tal
de que China le dé la espalda a los norcoreanos.
Mientras tanto el otro loco, el líder norcoreano amenazó con lanzar
misiles cerca de Guam, una isla estadounidense en el Pacífico. No contento con
la gravedad in crescendo de los
conflictos internos las cosas no podían estar peor para el presidente Trump: se
está metiendo en un conflicto que amenaza seriamente la paz mundial.
Por otra parte, en Washington el fiscal especial para investigar la
injerencia rusa en las elecciones de los Estados Unidos, Robert Mueller,
anunció que está en pláticas para entrevistar a altos funcionarios de la Casa
Blanca, incluido el recién destituido jefe del gabinete Reince Priebus.
Por el bien del mundo
Trump debe ser obligado a renunciar
El actor principal de esta “mala película” que estamos presenciando es
Donald Trump. Su ignorancia, su ineptitud, en suma, su irresponsabilidad como
líder de la potencia más fuerte del planeta, muy probablemente lo lleven más
pronto de lo que pensábamos a una renuncia obligada.
Mientras que en el interior desató la ira de los supremacistas
blancos, de los neonazis y del Ku Klux Klan, que ahora llama hipócrita y
demagógicamente “violencia de muchos bandos”; en el exterior con la bravuconada
de “llevar sangre y fuego a Corea del Norte”, pretende chantajear
comercialmente a China, la otra gran potencia mundial que seguramente no caerá
en la trampa.
Hasta el momento la guerra es verbal, amenazas van y amenazas vienen,
los dos locos están desatados. Pero como dice Calderón, el cartonista del Reforma,
habría que recordarles las palabras de Nikita Jrúchov, en la crisis de los
misiles en 1962: las palabras son cuerdas
que van apretando un nudo, si se tensan de más, llegará el punto en que nadie
pueda desatarlo, aunque lo intente… y sólo sea posible con la espada.
Y en cuanto a la
demagogia de Peña…
En cuanto a la mala retórica, las coincidencias de Trump y Peña Nieto
son enormes. Para comentar la demagogia de nuestro mandatario ya me queda poco
espacio, pero la verdad es que no necesito mucho. Se trata de la pobre y falsa
retórica del PRI de siempre.
Peña Nieto y la clase política que encabeza, incluidos muchos panistas
y perredistas, pretende que los mexicanos no tenemos conocimiento de nuestra
historia; pero no sólo eso, pretenden que estamos ciegos, que no vemos la
realidad.
En los discursos el PRI siempre será el PRI. Ya nos habían salido con la bufonada de que el PRI es ejemplo de transparencia
nacional. Y también, no solamente Peña Nieto, sino muchos presidentes nos han
dicho que actúan con firmeza y sin contemplaciones frente a quienes violan la
ley, que combaten la corrupción y que en sus gobiernos no hay impunidad.
Ahora resulta que el PRI se abre a la ciudadanía. De repente ya no se
requiere tener una militancia probada de 10 años para poder ser candidato
priista a la presidencia de la República. Creen que no nos damos cuenta de que
el abuso y la corrupción los dejó prácticamente sin candidatos viables.
Y por último, por lo que toca a la política exterior mexicana, el
falso conflicto con Venezuela ya lo comentaré con calma.
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