Nadie Sabe lo que Tiene, hasta que lo Pierde
CHOLULA. – Se escucha por
ahí que hay un refrán popular que se aplica de manera continua en acciones
cotidiana de todos los seres humanos, y esto porque padres de familia del
Instituto García de Cisneros, extrañan y quisieran que regresará MIGUEL
BERROCALI, como Director General, porque al actual no lo aguantan más, por todo
lo que ha revolucionario a la institución, desde altas colegiaturas, hasta ver
a todos por abajo dl hombro ¿Será? Se escucha por ahí, que el Instituto García
de Cisneros, hasta el año pasado, tenía una población estudiantil de poco más
de los mil 300 educandos, ahora apenas si está alcanzando los 700 inscritos, lo
cual la está convirtiendo en una institución de elite, muy selectiva, así que
entre pocos cargarán con el gasto de la institución, en donde por cierto está
en riesgo la escuela de música y la de fútbol ¿Será? Se escucha por ahí, que
algo han tratado de ocultar precisamente en esta institución, en donde la tarde
del pasado lunes, ingresaron por la parte trasera, es decir por la puerta del
seminario como se le dice, allá en la 4 Norte, agentes de la policía
ministerial y agente del Ministerio Público, y luego el hermetismo total. Hay
quienes aseguran que se perdieron algunas piezas de arte sacro, de gran valor,
pero no quieren que nadie se entere ¿Será? Se escucha por ahí, que por calles
de la ciudad, están apareciendo los vendedores de cecina, quienes ofrecen el
kilo de la carne, a nada menos que a 140 pesos, cuando en negocios establecidos
anda entre los 280 y 300 pesos el kilo. Lo que no dicen esos comerciantes
ambulantes, quienes no son visto por los inspectores de Aplicación de
Reglamentos, que la carne es de caballo, no es malo consumirla, pero engañan al
consumidor, y por otro lado, no se sabe si dicha carne es apta para el consumo humano,
no sea que estén vendiendo carne contaminada ¿Será? Se escucha por ahí, que
conforme se acerque septiembre, serán más los vendedores ambulantes de cecina,
hombres quienes van caminando cargando su bolsa de rafia color blanco, y lo
mismo la vende en la plaza de La concordia, que en el interior del mercado
Cosme del Razo, siendo una desleal competencia para quienes pagan renta,
impuestos, generan fuentes de empleo. Y el otro, ni siquiera habla con la
verdad ¿Será? Se escucha por ahí, que ahora resulta que en las calles donde se
colocaron parquímetros, aparatos que en un principio eran rechazados, y
finalmente se aceptó ser bueno tenerlos, generan confusión. En cada calle se
colocaron los aparatos, faltó un letrero visible, para que el conductor supiera
en donde está el aparato, y se amplió el servicio a la avenida Hidalgo, en
donde los inspectores, según su estado de ánimo y el tipo de carro, aplican
multa o no. Y es que en dicha calle, no hay aparato, como ocurre en todas las
demás, el criterio que aplican los empleados municipales, es que el conductor
debe de ir hasta la avenida Morelos, y pagar el tiempo, o bien ir a la 3 Norte,
y hacer lo mismo. Por cierto, que les indiquen a los policías y agentes de
bien, que en la 3 Norte, no hay parquímetros, como de manera majadera y
altanera, le “informan” a visitantes de la ciudad ¿Será? Se escucha por ahí que
siguen los prepotentes, haciendo caso omiso a los señalamientos viales de no
estacionar, en el bulevar Forjadores de Puebla, obligando a los ciclistas a tener
que circular sobre el carril destinado para el transporte colectivo, o bien en
las banquetas, espacios para los peatones. A la altura de La Carcaña y
Manantiales, colocaron señalamientos sobre el pavimento, cada 3 metros, además
de los verticales en banquetas, y nadie los respeta. En verdad que hace falta
la presencia de la autoridad, para poner orden, claro sin caer en los abusos
¿Será? Se escucha por ahí que conductores del transporte colectivo que circula
por las calles de la ciudad, están retornando a su mala costumbre, de subir y
bajar pasaje, en donde se les ocurre, sin importar provocar el caos, lo cual
sería lo menos importante, sino en peligro la vida de los usuarios, quienes
quedan a mitad de la calle cuando desciende, o bien deben de cruzar la calle,
expuestos a ser atropellados. La culpa, de esos cafres, quienes no saben
respetar los reglamentos de vialidad ¿Será? Se escucha por ahí que en donde se
siguen registrando incidentes entre particulares, es en la recta a Puebla,
inicio de la vialidad, altura de la vía del tren, en donde, aunque no está
permitido dar vuelta para cruza de un lado a otro, los conductores lo hacen, y
deben esperar a que alguno otro conductor quien va en sentido contrario, les
ceda el paso. Todos se preguntan ¿Por qué no mejor poner un semáforo y terminar
con los conflcitos? Abuuuuuuuuuuuuuuuurrrrrrrrrrrrr.
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