Exigen Respeto, y no Saben Respetar
CHOLULA.- Se escucha por ahí que, una vez más se da la
incongruencia de parte de quienes se manifiestan contra alguna autoridad, al
demandar respeto a sus derechos, pero ellos en esas acciones no respetan a
terceros. Un grupo denominado “Defensores de la Tierra y el Agua”, de Juan C.
Bonilla, decidieron cerrar la carretera Cholula-Huejotzingo, y les valió un
cacahuate, afectar a terceros, quienes pedían pasar, demandaban el respeto a su
libre tránsito, y los manifestantes señalaban “aquí se joden todos” ¿Será? Se
escucha por ahí que no es posible que un reducido grupo de ciudadanos, afecten
a miles y miles de personas, las cuales impotentes, tuvieron que estar buscando
aminos vecinales, para poder rodear el bloqueo y seguir su camino. La autoridad
consecuente, buscó el dialogo con quienes atentaron contra los derechos de los
demás. Todo originado por la iniciativa de modificar el artículo 12 de la
Constitución de Puebla, relacionado con la manera de quién y cómo debe de
administrarse el agua. Una iniciativa en la cual los municipios deben de ceder
sus derechos al Estado, quien demostró anteponer sus derechos personales, al de
los ciudadanos, caso municipio de Puebla, en donde toda una infraestructura para
llevar el vital líquido a cada casa, pagada por el pueblo, quedo a disposición
de particulares, quienes además reciben agua de otros municipios, para hacer el
negocio de su vida, sin haber invertido un solo peso ¿Será? Se escucha por ahí
que se ha generado un problema en el santuario de la virgen de los Remedios, en
torno de los vendedores quienes se instalaban en determinados puntos de la
escalinata y en el atrio. Vendedores que ofrecían cacao, pepitas, dulces, algo
de artesanías, los cuales se ganaban de esa manera la vida. Sin embargo, con
eso de las obras desarrolladas, les pidieron dejar de hacerlo de manera
temporal, pero resulta ahora que no los dejan instalarse, porque quienes tienen
el control de las tiendas en el santuario, se los impiden. Sale a relucir la
ambición de unos, que utilizando un cargo se dedican a enriquecerse. Y es que
esos Mayordomos, encargados de cuidar el santuario, logra captar más de un
millón de pesos, en ventas. Se supone rinden cuentas entre todos los Mayordomos
de los barrios, pero solo informan parcialmente, sin que ninguna autoridad
eclesiástica, les exija un destino claro de esos recursos ¿Será? Se escucha por
ahí que se han tenido mayordomos muy responsables, quienes transparentaron los
recursos, y dejaron obra de beneficio al santuario. Pero hay otros, quienes
hacen eco a ese dicho de -Quien sirve a la iglesia, de la iglesia vive-, pero
abusan, porque no solo viven, sino se enriquecen ¿Será? Se escucha por ahí, que
con las obras en las calles de la ciudad, buscan el tener banquetas, por lo
menos la de un lado de la calle, más ancha para darle seguridad a los peatones.
En esto, han ten ido que hacer que algunos particulares, queden bien alineados,
porque le ganaron unos metros a un espacio público. Ahora que deben de alinearse,
se sienten agredidos y no están de acuerdo en que les modifiquen la fachada de
su propiedad, con ello la banqueta quedará reducida. Por cierto, que deberían
de hacer eso, en toda la ciudad, es decir alinear a quienes invadieron el
espacio público, porque se tienen casas sobre las banquetas, como se ve en la
14 Oriente y la 8 Norte. El peatón no tiene por donde pasar ¿Será? Se escucha
por ahí que, por un lado el gobierno municipal, busca se tengan banquetas
amplias, despejadas de todo objeto que impida el libre paso, y por otro los
encargados de cumplir con esas medidas que benefician sobre todo a las personas
de la tercera edad o con una capacidad diferente, se hacen de la “vista gorda”
con vendedores ambulantes, los cuales invaden no solo el área restringida para
estacionar carros, sino además la banqueta, con su mercancía o anuncios, sus
cazos para hacer mixiotes, carnitas o cualquier otro alimento. Ponen mano dura
con aquellos que llegan a colocar un objeto de 40 centímetros de ancho, pero no
ven objetos de gran tamaño y hasta peligrosos. Como dicen por mi pueblo, ser o
no ser ¿Será? Se escucha por ahí, que falta mucha información en torno a los
nuevos derroteros del transporte colectivo, sobre todo de aquellos que vienen
de suroriente de la ciudad, de Chipilo y pueblos del rumbo, porque no pasan por
donde lo hacían hasta hace unas semanas. Los visitantes a la ciudad, piden se
coloquen algunos letreros informativos en los puntos de mayor concentración de
usuarios, para que no estén ahí esperando las horas, y luego un alma
caritativa, les indique que el camión o combi que esperan, ya no pasa por esa
calle. Se los van a agradecer muchos Abuuuuuuuuuuuuuuuurrrrrrrrrrrrr.
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