“Sospechosismo” (54-B)
Por Octavio RODRÍGUEZ FIGUEROA.
El Cuento Agrada y el Cuentista Desagrada
CHOLULA.- En estos tiempos
de mentiras, cuando la sociedad por sí sola se ha enseñado a distinguir a quien
creer y a quien no, los líderes políticos de los partidos, repiten lo repetido.
Es por eso que en cualquier parte donde se platica sobre la situación del país y
sus probables candidatos para la sucesión presidencial en el 2018, no es raro
oír denuestos y mentadas de madre para ellos.
Los analistas de café, las reuniones de amigos, familiares y donde se
reúnen más de dos, las personas expresan un sentir generalizado de
incredulidad, desconfianza y desaliento, por uno u otro de los personajes
suspirantes.
Que hay quien se dice panista, pero que es priista, o que otro es lo
contrario, o que batea para ambos lados, que el verde es palero, que el mc
también, que tal cuenta con infraestructura en dos partidos, etc.
No Dijo que sí o que no, Sino Todo lo Contrario
Peña Nieto dijo que en el PRI no hay corruptos. ¿No es una mentira?.
Que en ese partido, no caben los corruptos ¡Otra! Y el líder (Que de repente lo
hicieron) sale a decir que con corrupción o sin ella, el PRI ganará en el 18,
lo que contradice lo primero.
Y posteriormente, que con todo y corrupción, ganarán. (Hay o no), tal
parece que con sus palabras está aceptando su existencia. O a lo mejor los dos
Duartes, Herrera y otros personajes le hicieron cambiar ante lo evidente. La
alternancia de verdad, es buena, pero al poco tiempo, en su mayoría, se calma o
la calman con antídotos del mismo mole.
La cuestión es que los líderes ¡LÍDERES!, hoy se hacen desde o en los
escritorios burocráticos y no en los campos de batalla de la vida nacional. Con
todo respeto, el PRI se merece mejores dirigentes que sepan encausar sus
intenciones originales que justificarían el sentido de su existencia y no
habría por que tratar de convencer con mentiras.
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