La Tentación

La Tentación

Por Mario SALAMANCA RODRÍGUEZ

CHOLULA. – La tentación es instigación que induce a una cosa mala. Yo vivía en el pecado y doctrinas de error, me guiaban engañando a una muerte de terror, soy salvado del abismo, con Jesús al cielo voy, y confieso por bautismo que del mundo ya no soy, ¿Por qué es tentado el hombre? Porque es arrastrado por su propia concupiscencia, apetito desmedido de bienes terrenales (lascivia, propensión a los delitos carnales) si no que cada uno es atentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia es atraída y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha cambiado da a luz el pecado, siendo consumido, da a luz la muerte. Stg. 1:14-15.

Pues hallando palabras infladas y vanas conduce con concupiscencia de la carne y disoluciones a los verdaderamente se había huido de los que vive en error. Les promete libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción, porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció, 2 P 2: 18-19.

Satanás tienen a los hombres. - Dijo también el señor Simón, Simón he aquí satanás os ha pedido por zarandearos como trigo, pero yo rogado por ti, que tu fe no falte, y tú a una vez vuelto, confirma a tus hermanos. Lc. 22:31-32. El mundo es una tentación. – No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo, si alguno ama al mundo, el amor del padre no está en él, porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, o proviene del padre, si no del mundo, el mundo pasa y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre I. Jn. 2-15-16-17.

Las riquezas son tentación. – Porque los que tienden a enriquecer caen en tentación y lazo y en muchas codicias necias y dañosas que hunden a los hombres en destrucción y perdición. 1 Ti. 6-9. El que fue sembrado entre espinas éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra y se hace infructuosa. Mt. 13-22.

Lo que debe hacerse y saber respecto a la tentación. – Dios no tienta al hombre, cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios, porque Dios no puede ser tentado para el mal, ni él tienta a nadie, Stg. 1:13. Si se resiste al diablo este huirá. - Someteos, pues a Dios, resistid al diablo y huirá y de vosotros Stg. 4:7. Dios nos ayuda a soportar. -No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana, pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de todo podréis resistir si no que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soprotar I Co. 10-13.

Pedir fuerza orando. – Más tu cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta ora a tu padre que está en secreto, y tu padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Mt. 6.6. velad y orad para que no entréis en tentación, el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil Mt. 26.41. Soportando tentaciones ayuda al desarrollo espiritual.- Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, más tenga a la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Bienaventurado el varón que soporta la tentación porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido, a los que le aman. Stg. 1-2-4-12.

Dios no libra.- Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré en la obra de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar en los que moran sobre la tierra. Ap. 3-10. Tú puedes caer.- Los de sobre sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo, pero estos no tienen raíces, creen por algún tiempo, y en el tiempo de prueba se apartan. Lc. 8-13, Jesucristo es poderoso para socorrer.- Pues en cuanto el mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados. He. 2-18.

Permanece en la fe, la esperanza, el amor, pero debes tener el mayor de los tres, el amor siempre es; todo se acabará, pero este permanecerá. El amor es sufrido, no se irrita, es benigno, nunca busca lo suyo, ¡Oh, excelso camino! sigues, pues, este amor, nunca dejes de amar, lograrás así a Dios con tu vida agradar. Dios te ama.