Por Profa. Gloria GARCIA ROJAS
Canto Segundo
Divina Comedia
Dante
CHOLULA. – El viaje pavoroso: El camino del infierno. El poeta hace examen de
conciencia, y prosigue el camino. Virgilio le dice que es enviado por Beatriz
para salvarle. Le relata la aprición de Beatriz en el limbo. El poeta se decide
a seguirle a través de las regiones infernales.
Pavor humano y consuelo divino las tres mujeres benditas. Íbase el día
envuelto en aire brumo, aliviando a los seres de la tierra, de su fatiga diaria
y yo, solo uno, me apercibía a sostener la guerra, en un camino de pensar sin
cuento que trozara la mente, que no yerra. ¡Oh musas! ¡Oh alto ingenio, dadme
aliento! ¡Oh! Mente que escribiste mis visones, muestra de tu nobleza al
nacimiento, ¡Oh poeta que guías mis acciones! Prorrumpí “mide bien mi
resistencia, antes de conducirme a esas regiones”. Si e gran padre de Silvio en
existencia de nombre carnal, bajo feliz auspicio de este siglo inmortal palpó
la esencia, si el adversario al mal le fue propicio fue sin duda midiendo el
gran efecto de sus altos destinos según juicio del gran Pedro en su sacro
ministerio.
Me encontraba en el limbo detenido y una mujer angelical y hermosa
llámame y me sentí rendido cual gajo era una estrella fulgurosa y así me habló
con celestial acento, dulce y suave con su habla melodiosa. “Yo soy Beatriz que
a noble acción te incito, vengo de lo alto do tornar anhelo”, amor me mueve y
en su hablar palpito “mi gratitud cuando retorne al cielo”, hará que a Dios en
tu loor demande, callóse y comendé lleno de celo”.
Alma virtud que solo hace más grande al hombre sobre todos los nacidos,
en la esfera menor en que se expande, “tus mandatos son tan agradecidos, que
obedecer me tarda con efecto, y no me digas más serán cumplidos, pues dime como
y porque raro efecto has descendido hasta este bajo centro del amplio sitio
para ti. “Pues penetrar pretendes tan adentro”, respondió “te diré muy
brevemente”, porque sin miedo alguno aquí me encuentro,” toda cosa se teme
solamente” por su potencia de dañar toda.
“Cuando no hay daño, miedo no se siente”, por la gracia de Dios, estoy
formada “que ni me alcanza la miseria ajena”, ni me quema esta ardiente
llamarada. “Virgen del cielo de bondades llena” del trance de mi amigo
condolida “del duro fallo obtuvo gracia plena”. Llamé a lucia y dijo
enternecida; tu fiel adepto tu asistencia espera: “Yo lo encomiendo a tu bondad
cumplida”. Lucia de la gracia mensajera “vino do tengo, allá donde me encielo”
a la antigua Raquel por compañera”. Beatriz dijo -alabanza de este cielo
“acorre el hombre que elevaste tanto” y que mucho amará allá en el suelo” o
ayes acoso su angustioso llanto. “¿No ves la amarga muerte lastimosa?”, en río
que ni al mar desciende en tanto cual yo lo fuera a contrastar el daño, después
de oír aquella voz piadosa- y viene aquí desde excelso escaño, confiada en tu
elocuente hablar honesto, honor tuyo y honor nadie extraño.
“Después que grata dijo me todo esto volvió hacia mí su rostro
lagrimoso, lo que me hizo venir mucho más presto”; cumpliendo su deseo
afectuoso te he precavido de la bestia horrenda, que te cerraba el paso al monte
hermoso, ¿por qué pues te detienen en tu senda? ¿Por qué tu fortaleza así
quebrantas? ¿Por qué no sueltas al valor la rienda? Cuando te amparan tres
mujeres santas que allá en el cielo tienen su morada y cuando te prometo dichas
tantas. “Voy a tu misma voluntad unido se mi maestro, mi señor, mi guía”.
Así dije y seguidle decidido por la silvestre y encumbrada vía.
¿Qué opina usted, mi estimado lector?
Pensamiento: Las buenas obras del hombre deben ser objeto de respeto
para todos los hombres. Alfonso Reyes.
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