* El Origen
del Día de Muertos I, el altar y la raíz indígena
Por Ing.
Julián ROMERO TEHUITZIL
CHOLULA.- Cuando los sacerdotes
católicos llegaron a las tierras recién conquistadas, para difundir su mensaje
religioso, no solamente tuvieron la dificultad de una lengua extraña, también
tuvieron que entrar en contacto con el mundo imaginal y simbólico de los pueblos.
De lo que ellos decían y los indígenas entendían nació una nueva realidad.

Mictlantecuhtli,
el señor de la muerte
Mictlantecuhtli,
el señor de los muertos, también conocido como Ixpúztek/Rostro quebrado, como
Nextepehua/ Esparcidor de cenizas y como Tzontémok/El que baja de cabeza. No
fue la única deidad de la muerte adorada por los pueblos nahuas, pero si la
principal.
En el
pensamiento e intuición indígena Mictlantecuhtli y Quetzalcóatl son los
principios opuestos y complementarios, muerte y vida, principio y fin, lo que
del cielo nos dan y lo que de la profunda tierra nos llega; ambos conforman el
ciclo básico del universo (lámina 56 del Códice Borgia).
Una vez
dicho lo anterior, podemos adentrarnos en el extraño Mictlantecuhtli, entre los
dones que otorga (aunque sea paradójico), están el otorgar vida. El señor de
los muertos aparece en diferentes códices asociado a la penetración sexual, al
embarazo, al corte del cordón umbilical y a la lactancia.

El señor de
la Muerte es, ante todo, un devorador insaciable de carne y sangre humanas.
Además, se le relaciona con animales temibles para los antiguos: la araña, el
ciempiés, el alacrán, el búho y el murciélago.
Para los
nahuas de la primera época de la Colonia (s. XVI), el Mictlan era un lugar
yermo, espacioso y sumamente oscuro, un “sitio sin orificios para la salida del
humo”.
Fray Alonso
de Molina en su Vocabulario, anota la frase “yuhquim micqui itzinco” que
significa literalmente “como en el culo del muerto”, y que se asocia con lo
tenebroso y lo oscuro. Los mayas, por ejemplo, utilizaban como uno de los
nombres del inframundo el término Xibalbá. En quiché esta palabra quiere decir
“lugar de miedo” y en yucateco xibil significa “temblar de miedo, espantarse o
erizarse los cabellos”.

También
Mictlantecuhtli suele aparece como un sacrificador armado de un hacha o de un
cuchillo de pedernal y para extraer el corazón de sus víctimas.
Y aún en la
actualidad los otomíes de la Huasteca tapan ciertas cuevas con costales porque
de allí emanan aires cargados de enfermedad, de muerte y de olor a podre.
Pareciera que todavía sobrevive la idea de la cueva-pasadizo al submundo.
Su animal
favorito es el perro que guía a las almas en su viaje al Mictlán. También los
murciélagos los tenía en buena consideración, ya que eran sus mensajeros.
El Mictlán
era concebido también de forma dual, como una caverna a través de la cual
llegan los muertos, pero de igual forma era el lugar del nacimiento de los
hombres.

Se despide
su amigo ING Julián Romero Tehuitzil, colibrifuerte2001@yahoo.com.mx
La Caja de
Cartón., email: tlciudadana@gmail.com....www.tlciudadana.com.mx
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