CHOLULA.- Estando ellos en Galilea
Jesús les dijo: El hijo del hombre será entregado en manos de hombres, y le
matarán; más al tercer día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran
manera, Mt. 17-24. Y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten
y le crucifiquen; más al tercer día resucitará, Mt. 20. 19.
Ese triste
día mi Jesús sufría, en la cruz clavado por nuestro pecado dijo a Juan y a la
madre, “He aquí tu hijo, he aquí tú madre”, cuando le clavaban le denostaban,
implorando clemencia, perdón, y paciencia en favor de aquellos que en tinieblas
yacen, pues ignoran ellos dijo; lo que hacen en su angustia llama, ¡Sed tengo!
Exclama ¿Y sabes que hicieron? Vinagre le dieron, aquel penitente que buscarle
quiso, le ofreció la fuente de su paraíso, cuando salían, hallaron a un hombre
de Cirenea que se llamaba Simón, a este obligaron a que llevase la cruz, y
cuando llegaron a su lugar llamado Gólgota, que significa, lugar de la
Calavera, y le dieron a beberlo, cuando le hubieron crucificado, repartieron
entre si sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el
profeta: Partieron entre si mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. Y
sentados le guardaban allí y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: Este es
Jesús, el Rey de los Judíos. Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a
la derecha y otro a la izquierda. Y los que pasaban le injuriaban, meneando la
cabeza, y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo edificas,
sálvate a ti mismo; si eres hijo de Dios, desciende de la cruz, de esta manera
también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los
fariseos y los ancianos decían: A otros salvó, a sí mismo no se pude salvar, si
es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos e él. Confió en
Dios, líbrele ahora si le quiere, porque ha dicho: Soy hijo de Dios. Lo mismo
le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él. Y desde la
hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Cerca de
la hora novena, Jesús clamó con gran voz diciendo: “Eli, Elí, ¿Lama sabactani”.
Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has desamparado? Algunos de los que
estaban allí decían al oírlo ¡A Elías llama este! Y al instante, corriendo uno
de ellos, tomó una esponja, y la empapó en vinagre, y poniéndola en una caña,
le dio a beber, pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle. Más Jesús, habiendo otra vez clamado a gran
voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el vuelo del templo se rasgó en dos, de
arriba abajo, y l atierra tembló, y las rocas se partieron, y se abrieron los
sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron y
saliendo de los sepulcros después de la resurrección de él, vinieron a la santa
ciudad y aparecieron a muchos. El centurión, y los que estaban con el guardando
a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en
gran manera y dijeron: Verdaderamente este era hijo de Dios. Estaban ahí muchas
mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea,
sirvie3ndole, entre las cuales estaba María Magdalena, María la madre de Jacobo
y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo (Jesús es Sepultado). Cuando
llegó la noche, vino un hombre rico de Artmetea, llamado José, que también
había sido discípulo de Jesús. Este fue a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús.
Entonces en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había
labrado en la peña, y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del
sepulcro; se fue, y estaban ahí María Magdalena, y la otra María, sentadas
delante del sepulcro, (la guardia ante la tumba). Al día siguiente, que es
después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los
fariseos ante Pilato, diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo,
viviendo aún; Después de tres días resucitará. Manda, pues, que se asegure el
sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo
hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error
pro que el primero. Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia, id, aseguradlo
como sabéis. Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra
y poniendo guardia. Dios te ama.
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