* El
público, rió, lloró y se quedó meditando hacia el futuro
Por
Epigmenio ROJAS CASTRO

Pasaban de
las 6 de la tarde de pasado viernes, las puertas del salón “Los Principales”,
del hotel Real de Naturales, se abrían para dar paso al público que se dio cita
en este lugar y no en el acostumbrado escenario de Casa del Puente, para poder
disfrutar de la obra de teatro.

Conforme iba
avanzando la obra, se daban situaciones chuscas, porque no encontraba su saco,
no recordaba a donde ir, que había hecho
un día antes, y entre destellos de lucidez, le aparecieron fajos de billetes, y
recordó que sus hijos se lo querían llevar a una “casa de descanso”, comprendió
que les estorbaba, un viejo con hijos sin valores, no se ocupan de ellos, los
viejos.
Finalmente
se verificó la develación de la placa por parte de Alejandro Licona y Fabián
Jiménez, concluyendo así la tarde de teatro.
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