CHOLULA.- La vida sin Cristo, no tiene
valor, la vida sin Cristo es pena y dolor, por eso yo siempre a su lado voy, y
en penas y en luchas me ayuda el señor. Hombres y mujeres grandes y pequeños
deben estar advertidos. La biblia nos habla del infierno, así como existe un
lugar de eterna felicidad llamado cielo, existe un lugar de castigo eterno
llamado infierno, ese horrible lugar de tomento eterno fue preparado para el
diablo y sus ángeles. Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos
de mí, malditos, al fuego eterno
preparado para el diablo, y sus ángeles. Mt. 25-4.
Satanás sabe
que finalmente será condenado a ese lugar, más tú derribado eres hasta el Seol,
a los lados del abismo, Is- 14-15. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en
el lago de fuego y azufre, done estaban la bestia y el falso profeta, y serán
atormentados día y noche, por los silos de los siglos, Ap. 20-10.
Lo mismo
pasará con todos os que rechacen el único medio que Dios ha provisto para
entrar al cielo, en llama de fuego, para dar retribución a los que no
conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo, 2. Ts.
1-8.
Es imposible
tratar de comprender el dolor eterno que se sufrirá en el infierno todo el
cuerpo dentr4o de un horno ardiente sin poder escapar… para siempre, nuestra
mente finita no puede comprender lo terrible del infierno. La Biblia nos haba
de un hombre que fue allá, aconteció que murió el mendigo y fue llevado por los
ángeles al seno de Abraham, murió también el rico, y fue sepultado, y en el
Hades alzó sus ojos estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro
en su seno, entonces él, dando voces dijo: Padre Abraham, ten misericordia de
mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mí
lengua; porque estoy atormentado en esta llama, Lc. 16-22 al 24.
Como Sodoma
y Gomorra y las ciudades vecinas las cuales de la misma manera que aquellos
habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestos por
ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno, Job. 1-7.
Entonces los
justos responderán como el sol en el reino de su padre, el que tiene oídos para
oír, oiga. Mt. 13-42. El también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido
vaciado puro en el cáliz de su ira, y será atormentado con fuego y azufre
delante de los santos ángeles y del cordero, Ap. 14-10. Más los hijos dl reino
serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes, Mt. 8-12.
Fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza, estrellas errantes, para
los cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas, Jud. 1-13.
Porque si
Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno
los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio. 2. P. 2-4.
Y los arrojó al abismo, y los encerró y puso su sello sobre él, para que no
engañase más a las acciones, hasta que fuesen cumplidos mil años, y después de
esto debe ser desatado por un poco de tiempo. Ap. 20-3. Los cuales sufrirán
pena de eterna condenación, excluidos de la presencia del señor y de su gloria
de su poder, 2. Ts. 1-9.
Y el humo de
su tormento sube por los siglos de los siglos, y no tienen reposo de día ni e
noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de
su nombre. Ap. 14-11. El Seol y el
Abadón nunca se sacian, así los ojos del
hombre nunca están satisfechos, Pr.
27-20. El doctor Maurice Rawliangs dice lo siguiente: cuando le pido a un
paciente someterse a una prueba de resistencia cardiaca, en la que se evalúa el
corazón qu se quejaba de dolores del pecho, este hombre era joven, estaba en
buenas condiciones físicas y tenía personalidad afable, cuando comentó el examen sufrió un ataque al corazón y cayó
muerto repentinamente, la enfermera alcanzó su bolsa ara empezar la
resucitación, su corazón y su respiración, se detuvieron y yo estaba aplicando
un masaje externo, pero él, simple y sencillamente estaba muerto. Al poner mi
oído en su pecho, no le escuché ningún latido en el corazón, entonces le puse
el dedo en el cuello, pero no tenía pulso. Simplemente exhaló un par de veces y
dejó de respirar por completo. Yo traté de reanimarlo nuevamente porque en base
a mi experiencia, la mitad de las personas regresan después de una muerte
repentina, el presentaba algunas convulsiones y volvía en sí, pero cada vez que
dejaba de presionarle el corazón, los ojos se le ponían en blanco, se retorcía
hacia atrás y se volvía azul. El doctor Rawlings relata cada vez que volvía a
revivirlo el paciente pegaba de gritos.
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