SAN ANDRES.- Por vez primera, un equipo
internacional de astrofísicos ha detectado inesperados vientos vertiginosos
moviéndose a velocidades del diez por ciento la velocidad de la luz en un
núcleo galáctico activo hospedado por una galaxia espiral poco luminosa.
La Dra. Anna
Lia Longinotti es líder de este proyecto. Foto: archivo INAOE.
IRAS17020+4544
es una galaxia similar en forma a la nuestra. Al ser observada con el satélite
XMM Newton de rayos X, a esta "gemela" de la Vía Láctea se le
detectaron vientos ultrarrápidos viajando a velocidades subrelativistas. Sin
embargo, usualmente estos vientos son detectados en agujeros negros ubicados en
núcleos activos de galaxias, cuásares muy brillantes y en general en galaxias
muy luminosas.
"Es la
primera vez que se descubre un fenómeno de este tipo", comenta en
entrevista la Dra. Anna Lia Longinotti, investigadora del Instituto Nacional de
Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y líder de este proyecto cuyos
resultados fueron publicados recientemente en el Astrophysical Journal Letters.
"Este
fenómeno es conocido como UFO, por ultra fast outflows, que son vientos de gas
expulsados por agujeros negros supermasivos y que alcanzan velocidades del diez o veinte por ciento la
velocidad de la luz. Es un fenómeno relativamente nuevo que se ha observado
desde hace apenas cinco años principalmente en rayos X, en datos de baja
resolución, que no tienen la calidad para identificar las diferentes líneas de
absorción por las cuales está formado. En nuestro proyecto observamos esta galaxia
con un instrumento de alta resolución, el RGS (Reflecting Grating Spectrometer)
que está a bordo del XMM Newton. Gracias a la mejor calidad de los datos,
detectamos una serie de líneas que nunca se habían observado, de hecho, cuando
las vimos por primera vez no las reconocimos, nos costó bastante trabajo
entender que esto era un UFO porque no se había observado antes, varios del
equipo hemos trabajado con espectros de alta resolución y ninguno había visto
algo así", explica.
"Estos
resultados pueden servir a los teóricos para desarrollar modelos más
consistentes con las observaciones", dijo la investigadora. Foto: archivo
INAOE.
La
astrofísica añade que la novedad de este viento con respecto a observaciones
anteriores es que se detecta principalmente por la presencia de oxígeno:
"En los modelos teóricos, estos vientos se modelan con propiedades extremas, con átomos de hierro
altamente ionizados. En la galaxia que observamos, mostramos que tiene toda una
distribución de iones de oxígeno, y esperamos que esto pueda servir a quienes
hacen modelos teóricos para desarrollar modelos más consistentes con las
observaciones".
Una de las
contribuciones de este proyecto para la astronomía en general tiene que ver con
el concepto de retroalimentación (feedback) una manera de suprimir la formación
estelar en galaxias que tienen mucho gas, lo cual está previsto en los modelos
de evolución de galaxias: "La retroalimentación, hasta ahora, se ha
observado y se espera a nivel teórico en galaxias y cuásares que son muy luminosos,
que son producto de la interacción de dos galaxias que se funden, se mezclan, y
hay una gran cantidad de gas para formar estrellas. Hasta ahora es ahí donde se
han observado los fenómenos de retroalimentación más conocidos: alta
luminosidad, mucha energía y mucho gas. Nuestro AGN, IRAS17020+4544, no tiene
una luminosidad muy alta y, sobre todo, está en una galaxia espiral que no
tiene ninguna huella de interacción, ni
pasada ni presente, es una galaxia como la Vía Láctea donde no se
esperaba que hubiera un fenómeno de este tipo. Este resultado deja abierta la
posibilidad de que nuestra galaxia también haya tenido fenómenos similares en
el pasado".
La gente que
hace modelos teóricos, agregó, necesita los resultados de este tipo de
proyectos para que sus modelos se enriquezcan con datos observacionales:
"A nivel aún más general es importante porque un agujero negro es una
concentración de masa muy grande que se revela por la materia que le orbita o
porque esta materia se enciende debido a la viscosidad existente. Se sabe que
alrededor de los agujeros negros sí se pueden producir estos vientos, que son
importantes a nivel cosmológico porque básicamente sacan materia y gas de la
región interna y los transporta hacia el medio interestelar enriqueciéndolo con
hierro, oxígeno y otros elementos. En resumen, conocer con tanto detalle y
profundidad cómo está hecho este viento añade más información sobre los
agujeros negros".
En esta
investigación han participado, además de la Dra. Longinotti, Y. Krongold
(Instituto de Astronomía, UNAM), M. Guainazzi (ESAC, Madrid, España), M.
Giroletti (INAF, Istituto di Radioastronomia, Bologna, Italia), F. Panessa
(INAF-IAPS Roma, Italia), E. Costantini (SRON, Utrecht, Olanda), M. Santos Lleo
(ESAC, Madrid, España) y P. Rodríguez Pascual (ESAC, Madrid, España).
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