CHOLULA.- Si el sector salud nos está
reduciendo los medicamentos y algunos servicios, que por derecho nos otorgaban
y que cuando nos obligaron a adherirnos a sus instituciones contábamos con
ellos, cuando menos, se deberían preocupar para que las personas no sean engañadas,
mediante los anuncios de la televisión, radiofónicos, impresos y otros, de los
remedios milagrosos.
La opción
por ellos, no solo perjudica la salud, sino que retrasa el tratamiento de las
enfermedades y cuando se desea, ya es muy tarde.
Muchos conocemos
casos de ese tipo, que costaron nada menos que la vida de personas, que,
atendidas a tiempo, hubieran recuperado la salud.
Estos
engañosos tratamientos, además, salen caros y demasiado riesgosos para la salud
y para la vida
Al Médico
Confesor y Letrado, no Traigas Engaño
Es tan
convincente su publicidad, que hasta ofrecen devolver el dinero en caso de no
tener buenos resultados; pero no dicen cómo, dónde o cuando.
Son
ofrecimientos muy ambiguos, que en la mayoría de los casos no se cumplen, porque
su gestión sale más cara y en otros porque ni modo de cobrarlos desde el
panteón.
Deberían
demostrar los resultados que ofrecen ante las autoridades correspondientes y
estas autorizar o no su publicidad y venta, como hacen con otros medicamentos,
que en algunos casos, hasta han retirado del mercado.
Otros
factores que influyen en los familiares o los enfermos a tomar esa opción, es
el desconocimiento y la pobreza. Más aun en los que no están inscritos en algún
servicio médico del sector salud, que hay muchísimos, sobre todo en las zonas
rurales. La publicidad es arma de 2 filos para la salud. Pero…
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