Peregrinos guadalupanos, cruzaron la ciudad

* Una tradición verlos caminar, descansar y pernoctar

Por Epigmenio ROJAS CASTRO

CHOLULA.- Miles de peregrinos cruzaron la ciudad, llevando a cuestas una misión específica, con la  imagen de la viren de Guadalupe, y enfilando sus pasos hacia el cerro del Tepeyac, en la ciudad de México. Una vez más la tradición de verlos caminar por la ciudad, descansar en el portal del mercado y hasta pernoctar en el portal Guerrero.

Desde el pasado martes, se empezaron a ver los grupos de peregrinos guadalupanos, cada uno con un ritmo de paso, que les permite el avanzar lo más posible, en el menor tiempo, calculando su tiempo de llegada al santuario de la virgen de Guadalupe.

Todo peregrino llevaba una misión específica, la inmensa mayoría cumplir con una promesa, por un bien recibido, o el poder pedirle allá en su santuario, un milagro.

Esos peregrinos que cruzan la ciudad, tienen marcada su ruta, que año tras año, recorren, llegar al crucero de la 4 Norte y la 12 Oriente, para ir tomando calles como la misma 4 Norte hasta la 6 Oriente, la 5 de Mayo, alcanzar la plaza de La Concordia, cruzarla, y poder llegar hasta el punto de descanso, el portal del mercado municipal Cosme del Razo, ahí bajan su mochila, se sientan en la banqueta o de plano en el suelo del portal, consumen algunos de los alimentos que se expenden, cemitas, tacos, o alguna otra cosa.

Ahí logramos platicar con María Reyes, quien venía desde el Estado de Veracruz, su caminar era cumplir con una manda, ofrecida por la salud de su señor padre. Nos dice “Venimos varios, casi todos parientes, unos como yo, a cumplir una manda, otros nos acompañan. Llevamos varios años, esta es mi quinto año, el segundo como una manda”.

Así cada uno tiene su propia historia, su misión, algunos la comparten, otros deciden permanecer en silencio, y tomar sus alimentos.

Toman solo el tiempo necesario, luego del descanso, toman sus pertenencias, recargan dotación de agua y algún medicamento, y a seguir su caminar, como si el cansancio desaparecería conforme van acercándose a su objetivo.

Por las noches, algunos de esos peregrinos, optaban por quedarse a dormir, ahí en el portal del mercado o bien en el portal Guerrero, como lo hacen de manera tradicional. Algunos ciudadanos, les ofrecieron café caliente, una pieza de pan, palabras de aliento para sigan adelante. Se cumplió una vez más, la tradición gudalupana.