Palabras
textuales de Oscar Wilde
CHOLULA.-El progreso no es más que la
realización de las utopías; utopía según el diccionario= Gobierno imaginario
donde todo respira justicia y virtud.
Se ha dicho
que el organizar el trabajo de las máquinas la comunidad suministrará las cosas
útiles en tanto que las cosas bellas serán realizadas por el individuo.
No solo es
esto necesario, sino que incluso no existe otro medio de poseer aquellos, un
individuo destinado a trabajar en beneficio de los demás y teniendo en cuenta
las necesidades y deseos de estos no puede entregarse en lo que hace y por
consiguiente no puede poner en su obra lio que hay de mejor en él.
Por otro
lado cuando una comunidad o una poderosa mayoría de ella, cuando un gobierno de
la clase que sea tratan de dictar al artista lo que tiene que hacer.
El arte
desaparece por completo o toma una forma estereotipada degenera en una forma de
oficio servil e innoble. Una obra de
arte es el resultado único de un temperamento único, debe su belleza a que el
autor es lo que es y nada tiene que ver con el hecho de que oros tengan
necesidad de esto o de aquello, realmente en cuanto al artista tiene en mente
los deseos de otro se esfuerza en satisfacerlos, deja de ser artista en el acto
y se convierte en un artesano triste y aburrido, en un comerciante más o menos
honrado y ya no tiene derecho alguno a llamarse artista y que está obligado a
tener en cuenta a otros hombres y ponerse en relación con ellos, pero no lo
hace únicamente para su propio placer, no es en modo alguno un artista.
Pero no es
del todo suya la culpa, el público ha sido en todas las épocas el que exige
constantemente que el arte sea popular, que sostenga su falta de gusto que le
diga lo que ya le ha sido dicho, que le muestre lo que debería estar harto de
ver, que lo divierta cuando se siente con una comida excesivamente copiosa que
aligere sus pensamientos.
Ser un
novelista popular es a la vez demasiado fácil y demasiado difícil. Fácil porque
las exigencias del público asó lo quieren; difícil porque el artista tendría
que cambiar su temperamento.
Lo cómico y
la farsa son las formas más populares en cuanto al teatro y se pueden escribir
obras encantadoras, y se deja al artista una gran libertad de acción, pues lo
que intenta derrocar es la monotonía de la costumbre y el relajamiento del
hombre a nivel de la máquina.
¿Qué opina
mi estimado lector?
Pensamiento:
La tortuga puede hablar más del camino que la liebre. Gibrán Jalil Gibrán.
Poeta libanes.
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