CHOLULA.-Alguna vez seguramente
preguntamos quién fue el barón de Humboldt.
El barón de
Humboldt estuvo en México, por lo tanto nosotros consideramos que sepamos de
él.
El mes de
marzo, el día 22 del año 1803, llegó a México el famoso viajero alemán Federick
Enrique Alejandro barón de Humboldt.
Entró en la
nueva España que es como se llamaba en esa época a México, al puerto de
Acapulco y quedó admirado con la belleza de este puerto.
Él era
científico y estudioso y le llamó mucho la atención la cochinilla del nopal que
es de color púrpura y sirve para pintar y tanta planta medicinal que encontró
en México, debemos mencionar que aparece como huésped de la casa de “La Güera”
Rodríguez, que fue un personaje famoso en la época virreinal, cuyo nombre era
doña María Ignacia Rodríguez de Velasco, quien tenía 25 años de edad y era muy
hermosa y en la historia de México fue muy famosa y México no la puede ignorar.
El barón de
Humboldt, estudiaba plantas raras y minerales y en México encontró mucha
variedad y se impresionó con la belleza de “La Güera” Rodríguez,
En México
encontró campo propicio para sus estudios de piedras y flores y escribió varios
libros. “La güera” y el barón andaban juntos por toda la ciudad, él regresó a
su tierra natal. A “La Güera” Rodríguez, amiga predilecta del virrey y de lo
más encumbrado de la nobleza mexicana le criticaban amistad con los que querían
la separación de México y España, en esa época era rey Don Fernando VII.
“La Güera”
Rodríguez ensalzaba con encarecidos elogios a Hidalgo, Allende y los Aldama, y
a todos los que peleaban contra el régimen español para hacer libre a México.
Es cosa bien
sabido que el cura Hidalgo era de gran sociabilidad, amigable con todos es
decir tenía un exquisito don de gentes.
“La Güera”
Rodríguez empezó a dar dinero para la causa.
Una vez dado
el grito de Independencia, por el cura Hidalgo, “La Güera” Rodríguez fue citada
a la Santa Inquisición, por la denuncia del espía Garrido. “La Güera”
Rodríguez, no se alteró en lo más mínimo. Llegó campante que nunca con el rostro muy arrebolado y
compuestos los rizos iba vestida con el refinado lujo que tenía y la
caracterizaba en esa época, y el encanto al manejar el abanico de marfil y la
gracia que ponía al caminar, que los integrantes de la santa Inquisición, no le
hicieron ninguna acusación.
Cuando “La
Güera” Rodríguez, tuvo conocimiento de la resolución adoptada por Iturbide y
cuando él solicitó el parecer de su bella amiga, ésta díjole poco a más o menos
lo siguiente: “Guardaos muy bien de aceptar la corona don Agustín porque yo sé
que cuantos hombres entran a Palacio pierden la cabeza”, daré garantías
conservaré el orden repuso Iturbide, “Pensad observo la dama que la primera
cabeza que caerá será la vuestra”, en el efímero relámpago del Imperio Doña
María Ignacia de Velasco, (La Güera Rodríguez), que era la quinta esencia de la
astucia y avisadísima en extremo de todo lo que le tocaba vivir, no quiso
ocupar puesto alguno en la corte.
Nosotros
consideramos que fue interesante conocer algo de “La Güera” Rodríguez, ¿Qué
opina usted mi estimado lector?
PENSAMIENTO.-
No a la explotación del hombre por el hombre. Carlos Max.
Esta es una
crónica de Don Artemio de Valle Arizpe.
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