CHOLULA.-Nosotros con el afán de dar a
conocer algo de los hombres que aportaron mucho, bueno y de calidad, y a veces
hasta heroico a nuestro México, nos encontramos el nombre del Maestro don
Ignacio Manuel Altamirano, y les compartimos.
Don Ignacio
Manuel Altamirano, el más grande guía que ha tenido la juventud en México; no
hubo quien no se maravillase escuchando su palabra cuando daba sus lecciones.
En 1889,
marchó para Barcelona a ocupar su puesto de Cónsul, a nadie que más justicia
que a Altamirano, le toca el nombre de Maestro por aquellos que se acercaron
con ansias de aprender. Sus discípulos le profesaron admiración y cariño.
Supo dar
consejos acertados para sus alumnos, ha tenido Altamirano, tantos alumnos que
lo recuerdan con filial cariño.
Fue el
primer escritor de su época, escribió versos y prosa, en su libro cuyo título
es “En la Navidad de las Montañas, pone una Ternura”; cuando su padre fue
alcalde se aplicó con empeño a estudiar.
Una ley del
Estado de México, llamó a los jóvenes más aplicados que estudiaran en el
Instituto Literario de Toluca. En dicha institución fue el mejor estudiante y
hasta se le hizo bibliotecario.
Posteriormente llegó a México a estudiar en el
Colegio de Letrán, lo apartó del estudio la revolución de Ayutla, y anduvo
guerreando por sus tierras del Sur, por qué hay que recordar que era liberal y
siguió con su misión de la cátedra la cual fue interrumpida por la guerra civil
entre liberales y conservadores.
En 1857,
levantaba los ánimos en la tribuna de la cámara de Diputados, del Congreso de
la Unión; Altamirano tomó las armas y luchó contra la intervención del imperio
fundó el Correo de México, con don Ignacio Ramírez y Guillermo Prieto.
A él se debe
el reglamento de la Escuela Normal.
¿Qué opina
mi estimado lector?
Pensamiento:
No ha encontrado Zaratustra potencia más grande que el bien y el mal. Federico
Nietzsche, filósofo alemán.
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