Colaboración
de Guillermo TOXQUI VEGA
Tomado de ARQUEOLOGÍA MEXICANA
El
portaincesario fue localizado en el Templo de la Cruz de Palenque, Chiapas,
edificio que estuvo consagrado al culto del dios GI.
El mascarón
central muestra el rostro del dios GI (a), numen de atributos celestes, solares
y acuáticos; fue uno de los tres dioses patronos de la ciudad. GI muestra tres
puntos debajo de cada ojo (uno de sus rasgos característicos) (b) y luce un
tocado de cocodrilo (c), animal con el que guarda una relación significativa.
El dios GI decapitó a un cocodrilo sobrenatural llamado Way Paat Ahiin Tz’ihbal
Paat Ahiin, “El Cocodrilo de la Cavidad en el Lomo, el Cocodrilo del Lomo
Pintado”, este sacrificio provocó una gran inundación de sangre. El dios GI es
aludido como “El de la Inundación, El del Taladrado del Fuego”. Todo parece
indicar que la inmolación del reptil y la creación del fuego le permitió formar
y consolidar la superficie terrestre.
Las ofrendas
de incienso y sangre que se quemaban en el brasero de este portaincensario
tuvieron el propósito de “alimentar” ritualmente a GI y, seguramente, también
el de conmemorar su gesta mítica, es decir, la formación de la superficie
terrestre. En la parte superior del portaincesario se encuentra una garza (d),
otro animal emblemático de GI. La garza está dotada con las alas típicas de Xib
Muut, advocación de Itzamnaaj como deidad patrona de las aves. Encima de la
garza se encuentra una diadema decorada con una serpiente sobrenatural (e) y en
el remate, otro ser alado, de rostro humano y tocado cónico, excepcional dentro
de los programas iconográficos palencanos (f).
IMAGEN:
Portaincensario del dios GI, Elemento 6/97 del Templo de la Cruz, Palenque,
Chiapas.
Fotos: Javier
Hinojosa / INAH.
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