CHOLULA.- Para emitir nuestro voto en
las próximas elecciones, es conveniente analizar, no solamente a los
candidatos, sino la trayectoria de los partidos políticos. Hay algunos que son
familiares, violadores de leyes, rémoras, comparsas, mesiánicos, valemadristas,
improvisados, inberbes, chuscos, anquilosados, mentirosos, demagógicos, necios,
obstinados, vende-patrias, corrutos, antidemocráticos, etc. que nos venden la
intención de buenos propósitos en sus campañas, pero que nunca cumplen en sus
gestiones.
Algunos más
que otros, pero en lo que todos coinciden es en lo corrupto, antidemocrático y
vividores de la ubre presupuestal, recurso que hace falta para gastárnoslo en
mejores satisfactores colectivos; es mucho lujo y dilapidación de lo que no se
tiene. Hay unos partidos intrascendentes que están, por estar solamente, pero
gastan y mucho.
Cacaraquear es fácil, lo difícil es poner
Por otra
parte, los candidatos en su gran mayoría son herederos del poder de las mismas
familias que lo han venido detentando desde siempre. ¿Saben qué familias son?
pues las mismas que tienen a México en el estado en que está.
Sería
interesante que en la reforma sobre transparencia, se exigiera la procedencia
familiar de los candidatos, hasta la cuarta generación y los puestos públicos que
han ocupado sus ancestros, para que el ciudadano le diera o no su voto. La
heredad del poder, se practica en México, más que en la realeza.
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