Por Andrés
ZACA NAYOTL
CHOLULA.- La desesperanza parece estar
a la orden del día, pues cada día se torna difícil. Los noticieros está a la
orden del día mostrando una realidad, que al lugar de darnos esperanza, solo
siembra zozobra en el futuro. Pero ante todas estas situaciones debe estar
siempre presente la esperanza de que mañana sea mejor. Que después de la
desilusión que tengamos de la vida, nos daremos cuenta que el amor será quien
transforme nuestro entorno.
Y es por
ello, que quiero mencionar a uno de los hombres que a pesar de la infinidad de
dificultades que paso, nunca se desilusiono de la vida, al contrario se
mantenía firma en su decisión de anunciar a la Buena Nueva a todos los rincones
del mundo. Y ese hombre es san Pablo, pues su pensamiento sigue teniendo gran
permanencia hoy en día, para encarar los problemas que se nos presentan en la
vida cotidiana.
Fiel a su
misión, y a pesar de las incomprensiones y luchas que debió enfrentar, nunca
dejó de llevar el Evangelio a todas las naciones. Ahora bien, para que todo
esto tuviera el éxito que tuvo fue gracias al amor. Pues el amor es la base y
el fundamento para una vida feliz. San Pablo diría que el amor tiene que ir
acompañado de una serie de cualidades o atributos. Prueba de ello es el himno
del amor que compuso y que dice así:
“El amor
comprensivo, es servicial, el amor no tiene envidia, no se jacta ni se engríe,
no es grosero ni busca lo suyo, no se exaspera ni lleva cuentas del mal, no se
alegra con la injusticia, se goza con la verdad. Disculpa siempre, se fía de
siempre, espera siempre, aguanta siempre (1Cor 13,4-7).
A través de
su palabra, el mensaje de san Pablo ha quedado impreso en nosotros sobre todo
en aquellos que por medio de este artículo queremos rescatar la esencia de su
mensaje que nos acompañara en todos los días de nuestro peregrinar. Que este
texto bíblico tomado de una de las Cartas de San Pablo sea como una luz de
esperanza, de amor, esa misma que él encontró rumbo a Damasco, y que le cambio
la vida para siempre.
Ojalá que
sus palabras nos den la inspiración necesaria para transformar nuestras
desilusiones en amor.
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