Por Andrés
ZACA
(Filosofo)
CHOLULA.- Desde hace varios días el
régimen esta reprimiendo las protestas pacíficas de los estudiantes. Pero el
gobierno culpa de esos delitos a Leopoldo López.
Hasta el día
de hoy van catorce muertos, su mayoría de ellas estudiantes que protestaban
pacíficamente. Se han registrado varios
heridos y desaparecidos, según menciono el diputado Miguel Pizarro, cuando
“grupos armados irregulares salieron a disparar a mansalva contra los
manifestantes ante la actitud pasiva del Guardia Nacional”. Por la noche se
unieron la Guardia Nacional, la Policía Nacional y los colectivos (son grupos
armados a favor del régimen) en ataque masivo contras las zonas urbanas de 10
ciudades del país, disparando hacia los edificios donde habitan ciudadanos
pacíficos, mientras Maduro hacía cadena de Radio y Televisión, para que ningún
medio pudiera transmitirlo. Las agresiones simultaneas se dieron a edificios,
automóviles y manifestantes. Y la estrategia que utiliza Maduro, cuando la
Guardia Nacional y delincuentes paramilitares del gobierno se unen para
reprimir, hace una cadena de Radio y Televisión para hablar de paz y armonía.
La tiranía
se define como un poder absoluto: gobierno despótico, injusto, cruel. Abuso
excesivo de fuerza, autoridad o superioridad. De las crueldades y abusos de
Maduro damos fe los venezolanos, y me incluyo por el hecho de ser residente de
ese país por más de la mitad de mi vida, los medios internacionales y el
rechazo masivo a la represión expresada
por muchos países y organismos internacionales: ONU, EU, EEUU y otros países.
Así como Amnistía Internacional, Reporteros sin Fronteras y las acosadas
organizaciones nacionales. Prensa, radio y TV mundiales han divulgado
testimonios con las abominables torturas de que han sido víctimas los
estudiantes, a quienes el régimen acusa de terroristas por protestar
pacíficamente. La violación con el cañón de un fusil del joven Juan Manuel
Carrasco ha dado la vuelta al mundo. Videos como el de la joven Génesis Carmona
en el momento en que dos compañeros la llevan a la clínica en su moto, exangüe,
con un tiro en la cabeza, donde falleció. Si el gobierno tuviera una sola
prueba de un estudiante armado o disparando, ya lo habría publicado.
Los
criminales son del gobierno, pero es a Leopoldo López a quien el régimen culpa
de esos delitos: Maduro contaba con que Leopoldo huyera del país, para quien la
Fiscal Roja pide 10 años de cárcel. Ahora los ojos del mundo están sobre
Leopoldo, María Corina Machado y los estudiantes. Pero, sobre todo, contra el
tirano Maduro, cuyos esbirros golpean
ferozmente al Padre Palmar, atracan con armas largas a varios medios de
comunicación internacional. Mientras tanto sus valientes ciudadanos resisten el
acoso.
Lo que pasa
en Venezuela es muy grave y lo tiene que saber el mundo.
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