@cmaciaspalma
Un tanto
preocupado por los equilibrios políticos, el Ministro del Interior, el
licenciado Osorio, le pidió a su secretaria que le comunicara con el señor
gobernador, quien de inmediato le tomó la llamada. No era para menos, pues algo
importante debía tratarle el señor Ministro, quien además, era su buen amigo.
Fue así como
se desarrolló la siguiente conversación:
Ministro del
Interior (MI).- Señor gobernador, Rafael ¿cómo estás? No sé si felicitarte por
los buenos, ex-ce-len-tes, resultados electorales o reclamarte. Mira que nos
pusiste un tranquiza de Dios padre; nos dejaste en la lona ¡te llevaste todo el
pastel! hermano.
Gobernador
del Estado (GE).- Señor Ministro, Miguel Ángel ¿cómo estás?... Ni que lo digas.
Aquí en mi Estado yo no hice nada. Ganaron los candidatos; ellos realizaron su
esfuerzo y los ciudadanos dieron el apoyo. Habría que felicitarlos a ellos, a
los candidatos, a los partidos y a los electores, pues dieron una gran muestra
de democracia y pluralidad. Fue una jornada ejemplar y ganaron aquellos quienes
convencieron a la gente (risas internas).
MI.- Ja, ja,
ja. No me digas eso, el resultado apabullante de las elecciones fue gracias al
trabajo que has hecho como gobernador y debo felicitarte, más por la amistad
que nos une desde hace varios años, que por la militancia partidista o las
simpatías políticas de cada uno ¡Felicidades gobernador!
GE.-
Gracias, gracias. Aquí a tus órdenes. Recuerda que tenemos un café pendiente. O
ven a comer un fin de semana. Te invito. Aquí está tu casa.
MI.-
Gracias, gracias. Pues nada gobernador, aquí molestándote. Fíjate que nuestro
amigo de Los Pinos está muy pendiente de todo, ya sabes cómo es, tú lo conoces.
Entonces me pidió que te preguntara si tú tienes algún interés en particular o
deseas apoyar a alguien para la Rectoría de la Universidad, ahora que se
acercan las elecciones en septiembre. Ya sabes gobernador, nosotros no tenemos
injerencia en asuntos universitarios y somos muy respetuosos de la autonomía
¿Cómo ves? ¿Tienes algún perfil?
GE.- No, bueno,
mira. Realmente mi gobierno también es respetuoso de la autonomía y la vida
interna de los universitarios. Lo que menos quiero es un problema que me
desestabilice (lo correcto es inestabilice) el Estado. Lo cierto es que después
del 7 de julio algunos líderes andan inquietos por la sucesión y tienen razón.
Son sus legítimas aspiraciones… Pero en realidad no tengo interés en alguien en
particular y lo mejor es que sigamos trabajando por el bien del Estado. Será
decisión de los universitarios y yo… no me meto (risas internas).
MI.- Pues
muy bien mi gobernador. Te decía que nuestro amigo de Los Pinos tiene mucho
interés en la estabilidad, los equilibrios políticos pero sobre todo que las
cosas marchen bien por allá, por tu Estado. Eso nos ayuda mucho porque es un
problema menos.
Ya ves las
broncas que tenemos con Heladio, le cierran la autopista del Sol a cada rato;
con la enfermedad de Fausto; con Núñez y el desfalco de Andrés y allá en el
norte con el cierre de carreteras por el problema del agua que no resuelve tu
amigo Padrés, deberías orientarlo… en fin. No paramos, no paramos.
Entonces
pedirte tu apoyo para la estabilidad de la Universidad y que nuestro amigo
Alfonso, pueda reelegirse o como se diga, allá en tu Estado ¿Cómo ves? ¿qué le
digo al Presidente?
GE.- Es un
hecho. Dile que cuenta conmigo para lo que necesite. Lo que ordene. Ante todo,
somos amigos. Miguel Ángel, te dejo un abrazooo.
MI.- Gracias
gobernador. Igualmente Rafa. Un abrazo.
Terminada la
conversación, la secretaria en el cerro de Loreto y Guadalupe recibió la orden:
Comunícame con Rector, pero de ya.
El Verdugo
Enrique
Doger y Guillermo Nares hicieron un pacto para que el primero fuera Rector de
la BUAP cuatro años y el segundo otros cuatro. Nares ha tenido que esperar 16
laaargos años. Cuando parecía que la espera terminaba, las piezas del tablero
se movieron. El Verdugo dice: ¿cómo lo ven ahora para Secretario General del
Ayuntamiento?
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