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Esta es la
segunda parte de la historia sobre la relación de amistades, complicidades,
traiciones y enfrentamiento entre Antonio Gali y Mario Marín. En la entrega
anterior resumí que Gali fue operador financiero de Marín candidato a
gobernador; que todo iba bien hasta que se apareció Noé Peñaloza. Y aclarar que
el hijo de Paco Fraile se llama Tomás y no Francisco como lo escribí. Vamos
pues:
El 1 de
febrero del 2005, el periodista Valentín Varillas dio a conocer en su columna
que iba a presentarse o existía un denuncia por un presunto, pre-sun-to fraude
cometido por el despacho de Gali en contra de la empresa Cerámica Santa Julia,
propiedad de Noé Peñaloza, un hombre de negocios admirado por Mario Marín, pues
lo considera aun, ejemplo de triunfador, exitoso y producto de la cultura del
esfuerzo.
De acuerdo
con Varillas, si mal no recuerdo, Gali a través de su despacho de Consultores,
se había comprometido a solucionar un problema que Cerámica Santa Julia tenía
con el Instituto Mexicano del Seguro Social. Una deuda que ascendía a 7
millones, pesos más, pesos menos.
Peñaloza,
amigo del gobernador entrante aprovechó esa admiración hacia él para acusar a
Tony. Quién sabe qué tantas cosas fue a decirle Noé al hombre de la mixteca, al
salvador del pueblo, al Benito Juárez poblano, al gobernador Marín, a quien
terminó como el mundialmente famoso “gober precioso”.
A la postre,
el dueño de Cerámica Santa Julia se convertiría en presidente municipal de San
Martín Texmelucan, a propuesta del Partido Nueva Alianza, aliado con el ya
Senador panista Rafael Moreno Valle y su madrina política Elba Esther Gordillo
y apoyado por su admirador, el gobernador de Puebla ¡Increíble! Pero Nueva
Alianza ganó esa alcaldía en el 2007, a pesar de que Peñaloza un año antes
había sido candidato ¡del PRI! a diputado federal y derrotado por Acción
Nacional.
De Partido
en Partido, cambiando de amo y de correa, Peñaloza nunca perdió el afecto de su
gobernador Marín, lo que para Gali fue, al paso del tiempo y para su fortuna,
su tumba política en el marinismo.
En una
tercera entrega: ¿fraude o no? ¿qué pasó con Peñaloza y sus 7 millones? la
traición de Marín y la incorporación de Gali al calderonismo.
El Verdugo
Tremenda
tunda le dieron al presidente del Instituto Electoral Armando Guerrero, por
declarar que los votos podrían transferirse de un candidato a otro, lo cual es
legalmente imposible. El Verdugo dice: regañiza la que le puso el gobernador
por no poder robarse la elección.
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