cmaciaspalma@yahoo.com.mx
Si tan
confiado está en que su pragmática coalición partidista va a ganar las
posiciones más importantes en las próximas elecciones locales, me pregunto
¿para qué tanta violencia, ataques, encono y odio del gobernador contra sus
rivales priistas y ecologistas? Algo
sabe el señor del cerro que no quiere decirnos, respecto a las tendencias que
dan por ganador al ex rector.
Convertido
en el gran cacique de la poblanidad, Rafael está acostumbrado a mandar,
ordenar, poner, imponer, disponer y en su caso
amedrentar, amenazar, lastimar y golpear a todos aquellos que no se
sometan a sus incontables caprichos. Y esta agresiva violencia incluye a todos,
desde el Presidente Peña Nieto hasta el más humilde de sus empleados, pasando
por todos quienes se opongan al unipersonal proyecto presidencial
morenovallista.
Pero bueno,
el señor del cerro anda muy acelerado, desconfiado diría. Siento que anda como
enojado porque los priistas le van a competir en las elecciones; anda molesto
porque ya no controla y somete al PRI (nacional y estatal); está nervioso porque ya no pone ni dispone en
Los Pinos; anda inquieto por que en su intimidad sabe que la tendencia en la
ciudad no le favorece. Lo sabe y lo sabe bien.
Rafael ha
demostrado un nerviosismo impropio de un gobernador. Deseó que el candidato a
la alcaldía de Puebla fuera José Chedraui y no Enrique Agüera; ha diseñado una
estrategia de golpeteo para el rector de la BUAP Alfonso Esparza Ortíz;
descalifica a la dirigencia tricolor; reta al Presidente y lo engaña haciéndole
creer que es su aliado; minimiza a los partidos políticos y somete con sobornos
a las cúpulas perredistas y panistas y petistas y todas las demás de cascos
ligeros.
No sólo eso,
decide que el tribunal electoral deba negar el registro del nombre Mover a
Puebla y cuando se le revierte el asunto, se pone más furioso. Ahora, el
destino de Rafael, enfrentando a la coalición 5 de Mayo, será similar a la de
los franceses, un destino igual a la del arrogante general Lorencez.
El Verdugo
Con orden de
aprehensión bajo el brazo derecho y con un amparo bajo el izquierdo, los
marinistas se pasean, presumen y hasta retan al gobernador y a su pandilla. Del
Procurador se burlan en todas las reuniones familiares, de negocios y de
trabajo. El Verdugo dice: nadie por encima de la ley. Ja ja ja.
0 comentarios:
Publicar un comentario