Por Profa. Gloria GARCIA ROJAS
La Historia de la Economía y los Economistas
CHOLULA. – Sería conveniente que pudiéramos empezar desde luego, con el
primero de los grandes economistas, con Adam Smith, pero Adam Smith vivió en
tiempos de la revolución de los Estados Unidos y es indispensable que demos una
explicación acerca del hecho conturbador de que hubiesen transcurrido seis mil
años de historia documentada sin que en todo ese tiempo surgiese un solo
filósofo de la vida material.
He ahí, un hecho sorprendente: el hombre venía luchando
con los problemas económicos desde mucho antes del tiempo de los faraones, y en
el transcurso de todos esos siglos había producido veintenas de filósofos, de
científicos de pensadores políticos, de historiadores, así como había producido
y estadistas por centenares de docenas ¿Cómo pues no había producido economistas?
Necesitaremos dedicar un capítulo a poner eso en claro
hasta que no hayamos investigado a fondo en la naturaleza de un mundo anterior
que abarca un tiempo mucho más extenso que el nuestro; un mundo en el que un
economista habría sido no solo innecesario, sino imposible; no podremos
instalar el escenario en que los grandes economistas ha de ocupar sus puestos.
Nuestra mayor preocupación, es el puñado de hombres que
vivió en los dos últimos siglos, pero nos es indispensable antes el mundo que
precedió a su entrada en escena, y ver como aquel mundo anterior dio a luz a
este otro mundo moderno; el mundo de los economistas, en medio de todo el
cataclismo y las angustias de una gran revolución.
Desde que el hombre bajó de las ramas de los árboles
encaró el problema de la supervivencia, no como individuo, sino como miembro de
un grupo social. El hecho de que continúe existiendo ese testimonio de que ha
logrado resolver ese problema, pero el hecho de que hasta en las naciones más
ricas sigan existiendo necesidades y miserias, constituye una prueba palpable
de que su solución, ha sido en el mejor de los casos solo parcial.
Sin embargo, no hay que censurar con demasiada severidad
al hombre porque haya fracasado en su intento de crear un paraíso en la tierra.
Es tarea difícil la de arrancar lo necesario para la
vida de la superficie de nuestro planeta. La imaginación queda deslumbrada y
atónita representándose los infinitos esfuerzos que han sido necesarios para
domesticar por primera vez a los animales, para descubrir la siembra de
semillas, para las primeras transformaciones de los minerales encontrados a
flor de tierra.
La simple perpetuación de la especie humana se debe a
que el hombre es un ser que coopera socialmente, pero el hecho mismo de que
tenga que depender de sus semejantes, ha convertido en cosa extraordinariamente
difícil el problema de la supervivencia del hombre.
El hombre no está dotado, como la hormiga de un
repertorio innato de instintos sociales. Por el contrario, parece estar
irreductible dotado de una naturaleza vehemente egoísta. Si sus fuerzas
físicas, relativamente débiles le fuerzan a buscar la cooperación sus indómitos
impulsos internos amenazan constantemente romper sus asociaciones para el
trabajo.
¿Qué opina usted, mi estimado lector?
Pensamiento: El hombre sigue actuando en su progreso y
su auto destrucción. Aristóteles. (Filósofo griego).
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