Alzas solo lesiona economía a trabajadores
Por Edmundo TLACUILO ALMAZÁN
CHOLULA.- Cuando un alza
generalizada en los precios, castigando a las grandes capas de trabajadores,
que constituyen la mayoría de la población. Si la causa de la medida es
innegable, lo discutible y digno de reflexión es por qué el gobierno resuelve
sus problemas presupuestales afectando severamente a quienes tienen menos
ingresos, porque si el gobierno y sus economistas son conscientes de los
efectos inflacionarios que provoca el alza en este tipo de productos, no dudan
en aplicar la medida.
La respuesta más profunda a estas preguntas es que un gobierno
capitalista está obligado a alinearse con el capital global a cuyo mando se
encuentran los intereses imperialistas.

Por esto se incrementa el precio de la gasolina por esto se disfraza
el nuevo impuesto de un “inocente” incremento al precio de los combustibles,
pero detrás de esta medida antipopular se esconden oros hechos, las malas
políticas para la producción de combustibles, y el estancamiento en la
refinería, que sujeta al país a la explotación de crudo y a la importación de
gasolina; así como los acuerdos con empresas extranjeras que participan en el
negocio de los combustibles para entregarles el mercado.
Los beneficiarios del “gasolinazo”, no hay duda de que el aumento en
el precio de las gasolinas aprobado por el gobierno mexicano tuvo como causa
los graves problemas presupuestales para los que no encontró ora solución que
afectar a la población mayoritaria; pocos se atreverían a negar que a los
ingresos de la federación son insuficientes para cumplir con el presupuesto de
egresos aprobado, pues la noticia del derrumbe del precio del crudo, renglón
principal del ingreso anual federal se ha difundido ampliamente; y por otro
lado la deuda exterior, cuyo servicio tiene que cumplirse cabalmente, crece por
dos razones:
Se adquieren nuevos préstamos y aumenta por estar a toda a las
fluctuaciones en el precio de la divisa extranjera.
Ante las insuficiencias presupuestales, el gobierno federal tenía que
encontrar una fuente segura de ingresos que le permitiera salir airoso en 2017
y en el resto del sexenio, y encontró un renglón de la economía capaz de
brindarles, por sus características, la seguridad en la obtención de esos
recursos.
Otros gobiernos mexicanos procedieron en forma parecida, permitieron
la aceleración del proceso inflacionario, pero no tan francamente como ahora.
Los insumos que no pueden dejar de aplicarse, presentes en alguna f0orma en un
gran número de empresas, contenidos en multitud de mercancías y consumidos en
millones de hogares, han servido siempre de palanca para una elevación general
de los precios y la obtención de un mayor volumen de ingresos para el estado.
En el último tercio del siglo pasado, el precio del azúcar fue el
punto de partida de una inflación que condujo a una devaluación de la moneda
nacional, hoy toca a la gasolina ser el pivote para sacre del atolladero al
gobierno y a sus calculadores economistas, provocó entonces los corporativos
petroleros transnacionales en complicidad con las élites gobernantes de nuestro
país la soberanía nacional es causa de todos los que sabemos que ella radica en
el pueblo y que sin soberanía nacional, no hay nación, no hay país.
En México se han perdido muchos valores, hay crisis económica nacional
no hay nación, no hay país.
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