Sabio, Pero Necio

Por Mario SALAMANCA RODRÍGUEZ

Sabio, Pero Necio

CHOLULA.- Salomón, tercer rey de los hebreros (970-933 a. J.C) hijo y sucesor de David, fortificó y organizó el reino el reino de su padre, garantizó su prosperidad económica y mandó construir el templo de Jehová en Jerusalén, el despertar de un antagonismo entre las tribus del N y del S provocó a su muerte la escisión del reino en Judá, en Israel, su reinado se divide en tres etapas, el periodo de sabiduría, el periodo de construcción, el periodo de apostasía, época de apostasía de Salomón, al llegar la vejez, cuando sus riquezas habían alcanzado el máximo esplendor, se le había formulado repetidas advertencias, pero el rey Salomón amó, además de la hija de faraón a muchas mujeres extranjeras, a las de Moab, a las de Amón, a las de Edmon, a las de Sidón y a las Eteas, 1. R. 11-1.

Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres, inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su dios, como el corazón de su padre David, 1. R. 11-14. Excedía el rey Salomón a todos los reyes de la tierra en riquezas y en sabiduría, toda la tierra procuraba ver la cara de Salomón, para oír la sabiduría que dios había puesto en su corazón, y todos le llevaban cada año sus presentes, alhajas de oro y de plata, vestidos, armas, especies aromáticas, caballos y  mulos, y juntó Salomón carros y gente de a caballo, tenía mil cuatrocientos carros, y doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusalén, e hizo el rey que en Jerusalén la plata llegara a ser como piedras, y los cedros como cabrahígos de la záfela en abundancia, y traían de Egipto caballos y lienzos a Salomón, porque la compañía de los mercaderes del rey compraba caballos y leizos, y venían y salían de Egipto, el carro, por seiscientas piezas de plata, y el caballo por ciento cincuenta, y así los adquiría por mano de ellos todos los reyes de los Heteos, y de Siria. 1. R.10.23 al 29.

Gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegaran a vosotros, porque ciertamente te harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses, a estas, pues se juntó Salomón con amor, 1. R. 11. 2. La naturaleza de apostasía de Salomón, al desobedecer poco a poco los mandamientos de dios, aumentando en su reino el número de caballos, esposas, plata y oro, pero él no aumentará para sí caballos, ni habrá volver, al pueblo a Egipto con el in de aumentar caballos, porque Jehová nos ha dicho: No volváis nunca por ese camino, ni tomarán para si muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata, ni oro amontonarán para sí en abundancia. Dt. 17-16-17.

Sentimientos divididos.- Amo a muchas mujeres, se unió en yugo desigual con esas mujeres, gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel; no os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros, porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses, a éstas pues, se juntó Salomón con amor, y tuvo setecientas mujeres reinas y trecientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón, 1. R. 11-2-3.

Se volvió a la idolatría.- Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su dios, como el corazón de su padre David. 1. R. 11-4. Los resultados de la apostasía de Salomón, se acarreó la ira de dios sobre sí mismo, y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová dios de Israel, que se le había aparecido dos veces. 1. R. 11-9.

Resultó en la división de su reino, y dijo Jehová a Salomón; por cuanto ha habido esto en ti y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo, sin embargo, no lo haré en tus días, por amor de David tu padre, lo romperé de la mano, no lo haré en tus días, por amor de David tu padre, lo romperé de la mano de tú hijo, pero n o romperé todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén, la cual yo he elegido. 1. R. 11-11 al 13.

Supremo dios, te ruego por mi patria, gobierna con tu mano de justicia, seas honrado y glorificado en toda la nación hincha los ríos, fecundiza el campo, llena los huertos, y taller visita, y a todo hombre dale de tus bienes lo que es menester, caigan las aras de mentidos dioses que al hombre van a salvación le brindan, sé tú el dios nuestro, y el debido culto todos te rindan hoy. Dios te ama.