CHOLULA.- Fue verdaderamente fascinante
el apogeo de las letras romanas, cuando se inició la época del imperio con
predominio político de Octavio, al derrocar a Marco Antonio y a la reina
Cleopatra, en la batalla de Actium, ocurrida en el año 31 ates de Jesucristo.
Al retornar
vencedor el conquistador romano de Egipto, cambió el sistema político
desapareciendo la república, surgiendo así el imperio cuya cabeza única era el
emperador Octavio, a partir de entonces tomó el nombre de Octavio Augusto
Imperatur, o sea El Divino Emperador, tuvo Augusto el acierto de rodearse, de
los más sabios consejeros de su época entre ellos, Cayo Plinio, mecenas
millonario y Patricio Romano, quien vivió entre los años 69 y 8 antes de la era
cristiana, no tenía puesto oficial alguno, pero su voz era la más autorizada
ante Augusto aun cuando era muy rico, no era dado a la crápula, su gusto
delicado y sentido estético le hizo cuidar al embellecimiento de la ciudad de
Roma y a proteger a los artistas en una forma amplia y decidida con ello Roma
fue a la par que el centro político y social del mundo antiguo, el mayor en
arte y cultura de su época alcanzando en la literatura lo mejor.
Así en este
clima de riqueza y cultura surgieron figuras como la de Publio Virgilio Maron,
llamado El Cisne de Mantua, por la delicadeza de sus obras y el hecho de su
nacimiento de aquel lugar de Italia, escribió imitando al griego Teócrito a las
que intituló Bucólicas, por desarrollarse la acción de sus temas en el campo.
La
influencia de la Bucólica se prolongó hasta la época del renacimiento en que
era con frecuencia la poesía campirana y la novela pastoril.
Pero la obra
cumbre de éste elegante poeta fue La Eneida, que en realidad fue la imitación
especialmente de La Ileada.
Fue grande
el número de poetas en el tiempo de Augusto, pero solo algunos alcanzaron la
inmortalidad.
Prosistas en
este género surge la notable pluma del historiador Tito Livio, pues escribió
nada menos que 142 libros, todos sobre historia romana.
Séneca, el
filósofo maestro de aquel loco emperador que fue Nerón, quien lo condenó a
muerte. Séneca fue autor de varias obras filosóficas entre las que
mencionaremos, “De la Brevedad de la Vida”, “La Ira”, “Cartas Morales a Lucilo”
y otras más.
Hablando de
Roma no debemos olvidar el imperio romano con los Césares, los Tulios, los
Augustos, etc.
¿Qué opina
usted, mi estimado lector?
Pensamiento:
Cada semilla es un anhelo. Gibrán Jalil Gibrán. Peta libanés.
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