CHOLULA.- Basta recordar que en el sur
de Espala, área habitada por los árabes desde el siglo VII, se cultivaban los
cítricos como el limón y la naranja, y frutas arraigadas en el mundo árabe como
cerezas, chabacanos, con los que se preparaban dulces, confites y frutas
cristalizadas.
Sevilla era
el puerto de salida de las flotas mercantiles y Veracruz el de llegada, el
viaje completo de puerto a puerto duraba entre 72 y 90 días y los navíos
estaban expuestos a tormentas, ataques piratas y naufragios, por lo que la merma
de los cargamentos era muy grande.
Según una
lista de Hernán Cortés, entre estos productos se encontraban verduras y
legumbres como lechugas, coles, rábanos, perejil, nabos, zanahorias, acelgas,
espinacas, garbanzos, habas, lentejas, cebollas y cardamomo, utilizadas por los
antiguos egipcios, por los griegos y romanos. Ajonjolí, alcaparras y
manzanilla.
De acuerdo
con Garcilazo De la Vega, especies como la canela, la pimienta, el clavo,
introducidos en Europa, muchos años atrás que eran muy apreciados en los
mercados europeos, entre los más famosos se encuentran el agua de rosas y el
agua de azahar, a base de neroli, un aceite esencial extraído de las flores o
brotes de los naranjos dulces, aunque se utilizaba como perfume también se
utilizaba para masas, tortillas, cremas, bombones y licores.
La caña de
azúcar, lograron aclimatarse en las tierras americanas, formando parte del
dulce a la cocina indígena y mestiza, elaborada a partir de la llegada de los
conquistadores españoles.
La caña
llevada a América, fue la misma que los árabes introdujeron a Europa durante el
siglo X, en Am´`erica, en 1494 el almirante Cristóbal Colón en un memorial
dirigido a los “Reyes Católicos” hacia especial referencia a las plantaciones
de caña de caña de azúcar que había llevado en 1493 a América.
En 1518,
Alonso de Zauazo, señor de uno de los ingenios de la Española, explicaba “haya
cañaverales de azúcar tan gruesa como muñeca de hombre”. A fin de distinguirla
de otro tipo de caña, surgió el modificador de azúcar, introducida a Nueva
España, directamente por Cortés, desde las Islas Canarias, el azúcar jugó un
papel determinante en la repostería novohispana, y una nueva modalidad sobre
los espacios culinarios que fueron los conventos de monjas, algunas de ellas
como el de Huejotzingo (uno de los cuatro fundadores al nacer la Nueva España y
terminado en 1571).
Fue en estas
cocinas donde las monjas hicieron del azúcar su barroca imaginación y
decidieron mezclarla con yemas de huevo, almendras y canela, deliciosos dulces
que degustamos los mexicanos, y golosinas predilectas de la corte virreinal.
¿Qué opina,
usted mi querido lector?
Continuará.
Pensamiento:
Que poco se necesita para la felicidad, el sonido de una gaita, o se la música.
Federico Nietzsche, filósofo alemán.
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