CHOLULA.- Salvador, mi bien eterno, más que vida para
mí, en mi fatigosa senda, cera siempre te hallé a ti, en mi fatigosa senda,
ceca siempre te hallé a ti, no los bienes, no placeres, ni renombre busco aquí,
en las pruebas, en desdenes cerca siempre te hallé a ti; hombres y mujeres se
confunden tocante al concepto de salvación y santificación, ambos son
presentados en las sagradas escrituras en tiempos verbales, pasado, presente y
futuro. La biblia dice hemos sido salvados, estamos siendo salvados actualmente
y seremos plenamente salvados algún día. La salvación consiste en la
transformación del corazón “Jesús es salvador”, porque él salva a su pueblo de
sus pecados, el estado de salvación es el estado de santidad, ambas cosas son
inseparables porque la no es mera redención de la pena del pecado sino la
liberación de su poder, liberando apetitos del cuerpo y malas pasiones del
corazón del hombre.
Nuestra
salvación comienza en la tierra donde vivimos y moramos, será completada en el
cielo, nos lleva a todos desde nuestro nacimiento en Cristo a la perfección
final de la glorificación, pero Dios, que es rico en misericordia por su gran
amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida
juntamente con Cristo, por gracia sois salvos, por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios, Ef. 2-4-5-8.
Por tanto no
te avergüences de dar testimonio de nuestro señor, ni de mí, preso suyo, sino
participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, quien nos
salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras sino según el
propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús, antes de los
tiempos de los siglos, 2. Ti. 1.8-9.
Pero cuando
se manifestó la bondad de Dios, nuestro salador y su amor para con los hombres,
nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el levantamiento de la regeneración y por la renovación en el
espíritu santo, Tit. 3-4-5.
Esto
reafirma que cada hombre y mujer como hijos de Dios, ha experimentado su propia
salvación “Hemos nacido de nuevo” espiritualmente estamos vivos, le dijo Jesus:
Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá
Jn 11.25.
Estamos
espiritualmente vivos y seguiremos así, aunque mueras físicamente “nuca
moriremos espiritualmente”, porque la palabra de la cruz es locura a los que se
pierden; pero a los que se salvan, esto es a
nosotros, es poder de Dios, I. CO. 1-18.
Porque para
Dios, somos grato olor de Cristo en los que se salvan y en los que se pierden,
2. CO. 2-15. En aquel tiempo estabais sin Cristo alejados de la ciudadanía de
Israel, y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el
mundo Ef. 2-12.
El estado de
salvación es el estado e santidad ambas cosas son inseparables, ama a Dios y
deléitate en su misericordia, las sagradas escrituras habla de un aspecto
futuro de salvación, y esto conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos
del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando
creímos, RO. 13-11,
Así también
Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos, y aparecerá
por segunda vez sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan,
HE. 9-28.
En él
también vosotros habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en él, fuiste sellados con el espíritu Santo de la
promesa, Ef. 1-13.
Tal como la
salvación, el concepto bíblico de santificación nos lleva a todos desde nuestro
nuevo nacimiento en Cristo a la perfección final de la glorificación, la Biblia
habla claramente de una santificación de todos los que creen en él. Ya es
cumplida, siendo completada en el futuro, en estos tres tiempos, junto a ti,
junto a ti, en las pruebas, en desdenes, cerca siempre te hallé a ti, yendo por
sombrío valle, en refugiante mar hostil, antes y después del trance cerca
siempre de te hallé a ti. Dios te ama.
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