CHOLULA.- La deshumanización en este
vapuleado planeta, se está manifestando cada vez más acentuada y aguda. A estas
alturas, el hombre, ya no le interesa al hombre; ahora todo es importante,
excepto nuestra propia especie.
Ya no
importa que en un atentado o bombardeo se maten niños, mujeres, ancianos o
cualquier inocente que no está dentro de los conflictos que otros crean. La
razón de ellos, realmente no es el dinero, sino el poder; el dinero es un
medio, una herramienta.
Desde lo
local hasta lo universal, el mundo se convulsiona a la deriva por el exceso de
ambiciones.
El fondo es
poseer lo propio y lo ajeno, como protección futura para sus países. El
comercio, que es un medio de obtener las cosas, está quedando obsoleto, ante el
embate del despojo de los que otros tienen.
Normalmente
esto se hace mediante argucias, trampas, ventajas y violencia. Sin que nadie se
los pidiera, las grandes potencias se han convertido en eternos policías del
mundo, no por los intereses generales, sino por los propios.
La Envidia, a sí Misma se Envidia
En la vida
urbana, ya poco interesan las personas, se están haciendo ciudades para
vehículos. Los segundos pisos del D. F. lo evidencian. Para ir de una acera a
otra, hay que caminar largas distancias, porque en la planeación poco se tomó
en cuenta a la sociedad de a pie, lo importante fueron los automóviles.
Esto para
poner un simple ejemplo de lo local. la desigualdad en todos sentidos entre los
individuos del mundo, se ha tratado de evitar desde principios de la humanidad,
lo que nunca se ha logrado y, al contrario, cada día se va polarizando. La
afectación a nuestro planeta, es otra muestra de que el hombre, ya no le
interesa al hombre y que los actuales conflictos en Francia y Siria, no son
otra cosa que intereses cruzados que nos pueden arrastras a una hecatombe
mundial, que no tendrá ganadores; todos perderemos y se acortará la diferencia
que hay entre los animales y nuestra especie: el raciocinio.
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