CHOLULA.- Nuestra fortaleza, nuestra
protección, nuestro fiel socorro, nuestro paladín, nuestro gran refugio,
nuestra salvación, es el Dios que adora nuestro corazón, nuestra fortaleza,
nuestra protección, es el Dios que adora nuestro corazón. Hay vida en el ser,
entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su
nariz aliento s de vida, y fue el hombre un ser viviente, 2-7.
Somos
responsables a dar cuentas de hechos que se nos ha encomendado “nada podéis
hacer sin Cristo”, yo soy la vid, vosotros los pámpanos, el que permanece en mí
y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer,
n. 5-5.
Él ha
provisto los recursos que necesitamos para llegar a ser lo que él quiere como
todas las cosas que pertenecen a la vida, y a la piedad nos han sido dadas por
su divino poder mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y
excelencia, 2. P. 1.3.
El pecado en
el mundo trae destrucción y muerte, destruyendo la vida y el crecimiento, la
presencia del pecado se introdujo por el ángel caído, cómo caíste del cielo, oh
lucero, hijo de la mañana, cortado fuiste por tierra tú que de debilitabas a
las naciones. Tú que decías en tu corazón, subiré al cielo; en lo alto, junto a
las estrellas de Dios, levantaré mi trono y en el monte del testimonio, me
sentaré a los lados del norte, sobre las
alturas de las nubes subiré, y seré semejante al altísimo, más tú derribado
eres gasta el sol, a los lados del abismo. ,Is. 14-12 al 15.
Satanás hizo
caer a muchos seres angélicos en esta rebelión impía, luego engañó a Eva en el
Jardín del Edén, como resultado la caída de la humanidad, el pecado entró por
un hombre al mundo, y por el pecado la muerte, así muerte pasó a todos los
hombres por cuanto todos pecaron, O-5-12.
El ladrón no
viene sino para hurtar, matar y destruir, Yo he venido para que tengan vida y
para que la tengan en abundancia de la gracia y del don de la justicia. Así que
como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres la
justificación de vida porque así como por la desobediencia de un hombre los
muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los
muchos serán constituidos justos, pero la ley se introdujo para que el pecado
abundase más cuando el pecado abundó sobreabundó la gracia para que así como el
pecado reino para muerte, así también la gracia reine, para justicia, para vida
eterna mediante Jesucristo señor nuestro. RO 5-17 al 21.
Lo natural
del cuerpo humano es alimentarse, conservarse y crecer, desead como niños
recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis
para salvación. I.P. 2-2.
Tenemos que
crecer en nuestra fe, no más gloriarnos desmedidamente en trabajos ajenos, sino
que esperamos que conforme crezca vuestra fe saldremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme a
nuestra regla. 2 CO. 10-15.
Antes bien creced
en la gracia y el conocimiento de nuestro señor y salvador Jesucristo, a él sea
gloria honra y hasta el día de la eternidad, amen. 2. P. 3-18. Nuestro
conocimiento no solo ser a individual será colectivamente, en quien todo el
edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el señor.
Ef. 2-21.
Limpiémonos
de toda contaminación de carne y de espíritu perfeccionando la santidad en el
temor de Dios, 2.CO.7-1. Todos los días estamos siendo renovados, por tanto, no
desmayemos antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando; el
interior no obstante se renueva de día en día, 2. CO.4-16.
Esta
renovación incluye la transformación de nuestras mentes, no os conforméis a
este siglo, sino, transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios agradable
y perfecta, RO. 12-2.
Finalmente
cubre nuestro ser, el crecimiento ocurre en todas dimensiones de nuestra
salvación, que la tierra toda cambie de lugar, y los montes rueden por el ancho
mar, nuestra fortaleza firme habrá de ser, porque lo inmutable no podrá mudar,
a la voz tan solo de su voluntad, túrbense los mares en su majestad, tiembla la
montaña, todo es vanidad, al vibrar su acento por la inmensidad, que otros en
sus fuerzas quieran descansar, o en las que este mundo les prometa nunca todas
ellas se han de comparar, con las que podemos en el cielo hallar. Dios te ama.
0 comentarios:
Publicar un comentario