CHOLULA.- ¿A dónde podré esconderme del mal y del error? o ¿Quién podrá
ocultarme de eterna condenación? En las heridas de Jesús, seguro amparo
encontraréis ¿A dónde hallaré consuelo, que el mundo no me da? La división es
considerable (dividir=partir, separar, repartir, desunir). Las causas de la
división, el hombre faccioso, al hombre que cause divisiones después de una y
otra amonestación deséchalo, Tit. 3-10.
La perversión de las escrituras,. No hay otro evangelio “estoy
maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia
de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay
algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Más si aun
nosotros, o un ángel del cielo, os anunciaré otro evangelio diferente del que
os hemos anunciado, sea anatema, como antes hemos dicho, también ahora lo
repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea
anatema, pues ¿Busco ahora el favor de los hombres o de Dios? ¿O trato de
agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo
de Cristo, Ga. 1-10.
Las gentes inclinadas a la carnalidad.- Porque sois carnales; pues
habiendo división entre vosotros, celos, contiendas y disensiones ¿No sois
carnales, y andáis como hombres? Porque diciendo el uno, yo ciertamente soy de Pablo, y el otro: Yo soy de Apolos ¿No sois
carnales? ¿Qué, pues, es Pablo y que es Apolos? Servidores pro medio de los
cuales, habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. Yo
planté Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios, así que ni el que
planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento, y el que
planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su
recompensa conforme a su labor; porque nosotros somos colaboradores de Dios, y
vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios, I. Co. 3 al 9.
Los que no obedecen a la verdad.- Pero ira y enojo a los que son
contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia, RO.
2-8.
Los que expresan mal de la verdad.- Pero hubo también falsos
profetas entre el pueblo; como habrá entre vosotros falsos maestros que
introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun se negaran al señor
que los rescató, atrayendo sobre si mismos destrucción repentina y mucho
seguirán sus desilusiones, por causa de los cuales el camino de la verdad será
blasfemado, 2. P. 2-1-2.
La división es pecado.- Las
facciones y los partidos son frutos de la carne, y manifiestas son las obras de
la carne que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría,
hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, discusiones,
herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgias, y cosas semejantes, a
estas acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los
que practican tales cosas no heredaran el reino de Dios, Gá. 5. 19-20-21.
La división está condenada.- Os ruego, pues, hermanos por el nombre
de nuestro señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa y que no haya
entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma
mente y en un mismo parecer ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo
por vosotros? ¿O fuiste bautizado en el nombre de Pablo? 2. CO. 1-10-13,
La división es carnal.- Porque aún sois carnales, pues habiendo
entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿No sois carnales, y andáis
como hombres? Co. 3-3.
El hombre faccioso debe ser desechado.- Al hombre que cause
divisiones.- Más os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones
y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os
apareis de ellos, porque tales personas no sirven a nuestro señor Jesucristo,
sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan a los
corazones de los ingenuos, RO. 16-17-18.
Dividiste el mar delante de ellos, y pasaron por medio de él en
seco; y sus perseguidores echaste en las profundidades, como una piedra en
profundas aguas, Neh. 9-11.
¿A dónde hallaré refugio de la tempestad del mal ¿A dónde hallaré
consuelo que el mundo no me da? Oh quien podrá librarme del juicio que vendrá,
Oh quién podrá librarme de eterna perdición.
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