CHOLULA.- Se está desbocando nuevamente la violencia en nuestro país. Lo
grave es que ya no solo es la delincuencia, sino que en algunos casos es por la
mala actitud de las autoridades, del rango que sea.
La sociedad se pregunta ¿Qué rey nos ampara? ¿Ante quien acudimos?,
hoy, el valor civil está menguado por el temor de que cualquier denuncia caiga
en manos del denunciado y haya represalias a veces hasta mortales.
Antes de enfrentar a los delincuentes no oficiales, se debería haber
empezado por casa, pues ya se ha visto que hasta ex-gobernadores han estado en
el ajo y sepa dios hasta donde lleguen los tentáculos de la criminalidad en las
esferas gubernamentales.
Por Docena Sale más Barato
En todos lados se oye hablar de matanzas: en Chalchihuapan,
Tlatlaya, Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Sinaloa, Michoacán, Veracruz, entre muchos otros; y con la mayor
facilidad del mundo, andan perdidos 57 estudiantes normalistas de Ayotzinapa,
Guerrero ¡57! y lo más grave es que hay casos donde las autoridades has sido
protagonistas de los asesinatos.
Se acostumbra que el hilo se reviente por lo más delgado y se culpe
a los modestos policías o soldados rasos, quienes están para obedecer órdenes,
sin considerar que en su mayoría carecen de la preparación necesaria para
afrontar profesional y responsablemente cada caso; pero aun así, alguien los
aceptó y contrató. ¿“Entós qué”?
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