CHOLULA.- Si las administraciones gobernaran con sentido humanista, de lo
cual se han apartado acentuadamente, no castigarían a las familias con tanto
cobro que realizan por cualquier cosa. El sentido social se ha diluido a través
del tiempo y ahora existe otro tipo de esclavitud inmisericorde: la esclavitud
económica.
Se cobran multas a diestra y siniestra, recargos sobre recargos
ilimitadamente. No existen topes máximos para eso. Es una sangría voraz, como
si este país fuera del primer mundo. La imposibilidad de la ciudadanía de
cubrir a tiempo tanto pago, debido a los bajos salarios con los cuales apenas
alcanza para cubrir las necesidades elementales, orilla al endeudamiento
forzoso a los jefes de familia.
Poca diferencia hay respecto a las tiendas de raya de tiempos de don
Porfirio Díaz.
Le Están Dando Vuelo a la Hilacha
Y ya se rumora otro trancazo con las verificaciones vehiculares, con
la nueva administración. Si deberás se pretendiera evitar la contaminación
ambiental, por ser una necesidad de salud, no se debería cobrar un solo
centavo; pero claramente se nota que es un negocio muy redituable y no un
programa para lo que debería ser.
Parece que las leyes, reglamentos, capítulos, versículos,
fascículos, etc. se hacen en contra del pueblo y nunca a su favor. Las leyes
son para controlar la conducta humana, pero la de todos, incluyendo los
gobernantes voraces.
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