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CHOLULA.- El afán de ser, marca y
descalifica todo cuanto se hace, se propone, se realiza, se sueña con un
inalcanzable acción que muestre la superioridad y temple, como si se pudiera
hacer de la noche a la mañana sin consensar, sin mediar, sin tener voluntad,
buscando otros escenarios falsos que no permiten trascender en las acciones.
La falta de
visión lleva a provocar la molestia del colectivo, mientras el mar de
adulaciones se siente desde el caminar, el estar, el pensar, y aun así el
olvido desde la Conquista.
Antes de la
Caída de Tenochtitlan en 1521, la imagen de una mujer fue bautizada como doña María, las crónicas españolas y
castrenses, el Códice de Cholula así identifico a Ylamateuhtli.
Bernal Díaz
del Castillo (Cartas de Relación que
Hernán Cortes, escribía al rey Carlos I de España y V de Alemania) la
señalaba como, una india vieja, mujer de un cacique.
En el Códice
de Cholula (documento confeccionado en
papel amate en la primera mitad del siglo XVII) se establecía que era la
esposa del Cacique Quetzalcoatzin,
gobernante de la unidad Señorial de Cholula o también conocida Tenanquiahuac, en la actualidad Estado
de Puebla.
Así en las
crónicas españolas narran la llegada de estos a la urbe cholulteca, encontraron una metrópoli independiente y
respetada por los mexicas.
Cholollan como punto de reunión e
intercambio de productos que congregaban a más de 100 mil habitantes, centro de
peregrinaciones y lugar con una gran expresión política, donde se llevaban a
cabo ceremonias en las que diversos gobernantes eran investidos como tlatoanis, símbolo de ello era una nariguera.
Cholula no te Olvida…
Hagamos la Jornada.
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