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Inconsolable madre, despide a joven ultimado por mal policía
Por
Epigmenio ROJAS CASTRO
CHOLULA.- “Este es el lugar a donde voy
a venir a dejar flores por siempre, porque un policía corrupto, te privó de la
vida. No es el final, mi amor, es el principio de una gloria…”, dijo entre
sollozos, una inconsolable madre, al momento de que el féretro que contenía el
cuerpo de Ricardo Cadena Becerra, era sepultado en el panteón de Jesús, en el
barrio de Tlatempa.
El pasado
martes, fue un día gris y triste para la familia y amigos de Ricardo Cadena
Becerra, quien fuera ultimado de un balazo en la nunca, por quien fuera el
Subdirector de Seguridad Pública; lo acompañaban a su última morada, aún no
podían asimilar lo ocurrido, en unos segundos un balazo por la espalada terminó
con la vida, de quien apenas estaba empezando a disfrutar su mayoría de edad,
tenía una semana de haber cumplido sus 18 años.
Estaba lleno
de vida, con muchas ilusiones por delante, una de ellas, el terminar sus
estudios de bachiller este año, e irse a la universidad, incluso ya había
presentado su primer examen de admisión, tenía planeado convertirse en un
ingeniero automotriz, motivado por ser ayudante de su tío Felipe, con quien ya
trabajaba.
Sus
compañeros y amigos de la escuela, así como amigos y familiares, le acompañaron
hasta su última morada, en donde su madre, estaba desconsolada, iba a dejar a
su pequeño, un joven inquieto, pero no un vago y menos grafitero, como lo quieran
hacer aparentar.
Ahí, cuando
el féretro blanco, estaba ya siendo sepultado, la madre sollozando, se acercó a
decirle sus últimas palabras a “Nano” como todos le decían de cariño;
"Este es el lugar donde te voy a venir a dejar flores por siempre, porque
un policía corrupto te privó de la vida. (...) No es el final, mi amor, es el
principio de una gloria...".
Luego, con
los acordes de la música todos cabizbajos, dolidos e impotentes por lo
ocurrido, se fueron despidiendo, saliendo del cementerio, con una idea en la
mente, ¡Justicia, justicia!
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