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CHOLULA.- Como una narración literaria
se siente la condición que vive hoy la
Cholula de Rivadavia, la Cholula de Quetzalcoatl, la Roma del Anahuac, la
Ciudad Sagrada, la Ciudad Siempre Viva, al conocer que una vez más es
dañada en su patrimonio histórico
prehispánico, propiedad de cada uno de los mexicanos, de los habitantes del
Valle del Atoyac, de Cholula, y dañar nuestro patrimonio, refleja la ignorancia de quienes asumen con
garbo la toma de decisiones, al ocultar los vestigios encontrados a lo largo y
ancho de Cholula, aun sea un tepalcate o
entierro prehispánico, una ciudadela o quizá algún entierro, cenizas de
nuestros antepasados.
Serán
ordenes de sus superiores o en verdad complicidades de quienes ostentan cargos
de supervisión o investigación del INAH, quienes gozas de dadivas y salarios
muy respetables por prestar sus servicios ante esta área tan importante para
nosotros quienes, valoramos todos y cada uno de los vestigios de nuestros
antepasados, ellos son los verdaderos responsables de los saqueos y violaciones
al territorio de nuestra Ciudad Sagrada, sin olvidarnos del control indiscriminado
del acceso a los túneles o al museo de sitio, donde con un pleno
desconocimiento y malos modos, sin olvidarnos de su apariencia reciben a los turistas extranjeros y nacionales.
Si bien es
cierto que el Turismo es un generador de la economía de la zona y de empleos,
pues busquemos los mecanismos para que ningún turista sea nacional o
extranjero, tenga malos comentarios de su visita a la zona turística sea
prehispánica y religiosa, hay quienes señalan que son las autoridades
municipales son las responsables, pero se les olvida que INAH, es una Dependencia federal, no estatal ni municipal.
Se habla
mucho de diferencias por el tema de límites entre Cholula, sea en costumbres y
tradiciones, pero lo que ocasionan otras vez la figura de INAH es discordia entre los pueblos, frenando o alentando permisos de construcción dañando la
imagen de nuestra Ciudad Sagrada, y La Ciudad Religiosa, mediante acuerdos no
muy claros, pero si extendiendo permisos y otras tantas cosas que permiten
impunidad y corrupción, generando diferentes versiones ocasionando diferencias
entre vecinos y hermanos de sangre (los
guerreros y los sacerdotes, también conocidos como Águilas y Leopardos)
No
politicemos estos temas, no busquemos Lideres, busquemos la razón y
preparémonos para dialogar e informar a nuestros Pueblos y Gobernantes de lo
que está pasando y quienes lo generan, así sumando criterios y voluntades para
convertirnos en guerreros de nuestro
patrimonio.
Los
evangelizadores así como los sacerdotisos, nos dejaron un patrimonio invaluable
no en el aspecto económico, sino en lo que ha trascendido mas de 600 años a. C.
Las edificaciones que son testigos de nuestro devenir histórico, nos muestran
la grandeza de nuestra tierra y nuestra raza, hemos recorrido muchos caminos
que nos llevan una y mil veces a nuestro Pasado, no busquemos otro camino que
no sea de dignificar lo que por gracia hemos sido testigos desde que Don Nicolás
Quiroz inicio con muchos esfuerzos y señalamientos, el rescate de nuestro
vestigio más importante el Tlachihualtepetl.
Cholula no te Olvida…
Hagamos la Jornada.
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