* Es el día
de los albañiles
* Añoran las fiestas de hace décadas
Por
Epigmenio ROJAS CASTRO
CHOLULA.- El gremio de la construcción,
en específico los alarifes o albañiles, ya se están preparando para su fiesta,
para el día de la Santa Cruz, el próximo 3 de mayo, cuando en la mayoría de
obra en construcción, se verifica la tradicional fiesta, en donde abunda la
comida, pero más el alcohol. Los viejos, dicen añorar épocas pasadas, cuando en
verdad los festejaba su patrón, ahora ellos mismos se tienen que hacer su
fiesta.
El próximo 3
de mayo, se verifica la tradicional fiesta de la parada de la Santa Cruz,
tradición que organizan y desarrollan los albañiles. En los últimos tiempos, ya
solo en las grandes obras, se ven esas fiestas, los patrones, o encargados de
las obras, dicen no tener para poder afrontar esos gastos.
Así
platicando con Remedios Apanco, de 78 años de edad, nos dice “Empecé desde muy
chico, como de 12 años, era el chalan de mi padre, fue él quien me enseñó el
oficio y lo he ejercido toda mi vida. He trabajado aquí, en Puebla, y hasta me
fui unos años a otras partes como México y Toluca, pero la tierra llama, y me
regrese hace unos 10 años”.
¿Cómo eran
las fiestas en esa época?
“Muy bonitas,
las disfrutamos en grande. El patrón, y el ingeniero, eran quienes nos las
ofrecían. Nos daban carnitas o barbacoa, usted sabe, no todos los días se come
carne, y menos de la buena. No podían faltar las “helodias”, nuestras
“amarguitas”, las “chelas”, pues las cervezas, y un buen pulque, ya sea natural
o un buen curado, según el gusto. Iba la familia entera, nosotros instalábamos
el altar para colocar la Santa Cruz, que llevaba el padrino, bien adornada. Los
cohetes, tampoco faltaban, era demostrar nuestra alegría por la fecha que se
trataba.
Además con
ladrillos, tablones, vigas, con el material que se tenía en la obra, armábamos
las mesas y los asientos, y a disfrutar. Alguna vez nos llevaron un grupo
musical, para amenizar, por lo general, algún compañero con su grabadora, nos
ponía a bailar”.
¿Ahora como
son?
“Para
empezar, el patrón sale que está gastado, que no tiene, algunos hasta días
antes, suspenden la obra, así se evitan el gasto. Los que tenemos gustos, nos
cooperamos, compramos la Santa Cruz, la llevamos a bendecir, como es la
tradición, y la ponemos en su altar, ahí en la obra. Y luego pues cada quien
lleva algún platillo y lo compartimos entre todos. Nuestras cervecitas, y quizá
un pomo. Son otros tiempos, con mucha modernidad, pero los viejos tenemos,
digamos así, la responsabilidad de no dejar morir nuestras tradiciones, es
nuestro día y hay que festejarlo”.
¿Cómo será
este año?
“La verdad,
quien sabe, por el momento ando sin trabajo fijo, por ahí me cae un remiendo,
una chambita, pero nada grande. Espero que algún compañero me invite, y si no,
en casa, casa, una caguama, un taco de carnitas, y a recordar”, terminó
señalando.
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